Este 6 de noviembre, un nuevo caso de violencia obstétrica remeció a las privadas de libertad en la cárcel de San Miguel, RM. Lisbeth Martes Contreras, mujer dominicana con 38 semanas de gestación, comenzó trabajo de parto en su celda a eso del medio día de este viernes, luego de una audiencia en la que fue deportada.
Según antecedentes entregados al INDH y a diferentes organizaciones vinculadas a la cárcel, la mujer fue devuelta a su celda en reiteradas ocasiones, sin recibir la atención pertinente, pese a la insistencia de las privadas de libertad.
Lisbet, perdió tapón mucoso y rompió bolsa, contenida por las mismas internas, quienes pedían ayuda al exterior, mientras aumentaban las contracciones, las que llegaron a 1 cada dos minutos. En videos se puede observar un evidente trabajo de parto, sin embargo denuncian que el personal de salud se negó a atender 4 veces a la madre.
La situación alertó de inmediato a organizaciones como 81 Razones, OSP y Marco en Libertad, que se dedican a visibilizar y luchar contra los vejámenes que comete gendarmería y el sistema carcelario, quienes se pusieron en contacto con el INDH y con la Alcaide del recinto Ana Garrido, para exigir una solución.
A eso de las 15:00 hrs. Lisbet recién fue retirada de la celda, por gendarmería y trasladada al Hospital Barros Luco, no obstante esta acción sucede luego de las reacciones múltiples de organizaciones y familiares, ante la vulneración tanto del proceso de parto como la negación de atención de salud a la madre y al bebé.
Quisimos saber la opinión del Observatorio de Violencia Obstétrica sobre este caso, quienes al recibir la información recalcaron:
Como Observatorio, condenamos este tipo de prácticas a las mujeres gestantes privadas de libertad y pedimos a la autoridad hacerse cargo y proteger a las mujeres que están pariendo durante la pandemia en cárceles, somos súper enfáticos en señalar que el hecho de estar privadas de libertad no las priva en absoluto en ningún derecho en tanto a mujer, menos aún en ser respetadas y cuidadas en su etapa de gestación parto y puerperio y esto incluye por supuesto una atención oportuna y respetuosa. El Estado de Chile tiene el deber de respetar los derechos fundamentales de la personas entre esos la dignidad, aún cuando estas se encuentren privadas de libertad. Si la violencia obstetrica es una de las violencias de género más invisibilizadas las que sufren y viven a diario las mujeres en las cárceles de Chile es aún peor y lamentablemente no lo sabemos en el grado y cantidad en que estas realmente ocurren.
OVO, Observatorio de Violencia Obstétrica
Este caso nos hace inevitablemente recordar lo sucedido en Concepción con la defensora mapuche Lorenza Cayuhan y su hija Sayen, quienes vivieron un terrible caso de violencia obstétrica, en donde la madre fue obligada a parir engrillada bajo la custodia de Gendarmería. Sobre este tema el OVO apunta: «Cabe en este contexto al menos revisar si los compromisos adquiridos después del caso de Lorenza Cayuhan, mujer mapuche que parió engrillada. Si se están o no, efectivamente cumpliendo en ese momento»
Seguido a esto el observatorio enfatizó «Luego de que ese caso fue visibilizado y condenado tanto por los tribunales como por la opinión pública, se adquirieron una serie de compromisos destinados a proteger a las mujeres privadas de libertad en gestación y en el momento de atención de parto y lamentamos profundamente si es que aquello que fue un compromiso adquirido en su oportunidad, no se esta cumpliendo a cabalidad con todas las mujeres que se encuentran en este momento a punto de parir»
Gloria Moneny, creadora de La Caminata de lxs sin voz, y fundadora de la ONG Marco en Libertad, también manifestó a La Zarzamora su repudio a este hecho:
«Lo que está pasando ahora no es primera vez que pasa. Fué Jennifer a quien se le murió la guaguita dentro de su vientre, acá en Valdivia. La otra chica Cayuhán. Hay muchas mujeres que pierden sus hijos por este tipo de cosas que hacen los gendarmes: no abrirle la puerta, no estar atento a una persona que está embarazada apunto de tener un bebé. Casi siempre se mueren los bebés dentro del vientre de la madre y quizás cuantas madres mueren. Yo repudio totalmente lo que paso porque estas mujeres deberían ser tratadas de diferente forma»
Gloria Moneny. Ong Marco en Libertad
Por otra parte Cesar Pizarro de 81 Razones por luchar nos expresó su preocupación por ante la inoperancia de las entidades encargadas de velar por la vida de las privadas de libertad:
Hoy nuevamente recibimos una repudiable noticia. Una mala noticia que estaba ocurriendo en la cárcel de San Miguel en la Torre 5 con una hermana, con una compañera de nombre Lisbeth Contreras de nacionalidad Dominicana. Esta hermana estaba embarazada visiblemente. Estuvimos viendo vídeos donde otras internas la ayudaban y estaba con su cuerpo mojado por los líquidos que se van desprendiendo cuando están en etapa ya de tener a su bebé. Y lamentablemente y decimos lamentable porque nos preguntamos ¿porque tienen que llegar estas denuncias a las organizaciones de la sociedad civil, o a las Ong, o a las agrupaciones anticarcelarias cuando dentro de la unidad penal tenemos una jefa operativa, jefa de módulo, una Alcaide de nombre Ana Garrido, la cual apenas le hablé me respondió y le di las gracias obviamente, pero me pregunto por qué tenemos que nosotros accionar y activar en torno a una situación de vida o muerte, porque si no hubiesen atendido a esa niña podría haber muerto, así de claro, podría haber muerto»
Cesar Pizarro. 81 Razones
Cesar comenta que apenas se comunicaron las organizaciones con el INDH, la entidad comenzó a activar protocolos y finalmente se logró que Lisbeth fuese trasladada a un hospital, sin embargo esto sucedió luego de la presión ejercida desde «afuera» de la cárcel.
Nos escucharon, pero lo que repudiamos, que nos causa escozor y mucha molestia es que la gente tenga que estar llamando afuera, a la calle, a los familiares, a los amigos en una misma cárcel donde los mismos presos, hace casi 10 años tuvieron que llamar a sus familiares y a los bomberos para que les abran las puertas, para no morir quemados y es una falta de respeto tremenda que la institución de gendarmería tenga en esa situación hoy día a mujeres viviendo en un lugar que debería estar cerrado, no debería haber gente ahí»
Cesar Pizarro, 81 Razones
El peso histórico que cae en este centro carcelario, a sólo días de que se cumplan 10 años de la masacre impune de San Miguel (2010), incendio que terminó con la vida de 81 privados de libertad que se encontraban bajo la custodia de Gendarmería, entre ellos Jorge, el hermano menor de César, genera aún más críticas y cuestionamientos tanto al accionar de gendarmeria y otras entidades intracarcelarias, como a la responsabilidad del Estado en estas situaciones que continúan dejando en evidencia los vejámenes que se viven en la cárcel.
Esto sucede a una semana de que las privadas de libertad del mismo recinto, denunciaran la falta de agua y plagas, dentro de las Torres, Cesar se refiere a esto: «la gente que vive ahí tiene que sufrir tratos vejatorios, dormir con las ventanas malas, que les entre el frio, con agua helada, que no hay atención médica, que la atención es paupérrima, que las molestan, que las tratan mal cuando van a atenderlas con solicitudes de salud. Hemos visto videos con guarenes, las cambian de torre de un momento a otro, tienen celdas de aislamiento, osea ¿en que situación más queremos que estén las privadas de libertad, o privados de libertad?
Tenemos que darnos cuenta afuera de lo que ocurre en el mismo lugar de una masacre histórica en el país, osea con que tipo de conciencia tenemos que seguir soportando que la autoridades del país que manejan el país sigan acribillandonos y dejándonos morir incluso matándolos dejando que se mueran mujeres dentro de una cárcel porque la situación es así, si son mal atendidas en salud una mujer se puede morir, un hombre también se puede morir eso es lo que nos causa rabia molestia … esa gente que está ahí, que les pagan por su trabajo, tienen que hacer su trabajo y estar ahi para vigilar y salvaguardar la vida de las mujeres privadas de libertad y eso es para gendarmes hombres y mujeres»
Cesar Pizarro. 81 Razones
Este nuevo episodio de violencia obstétrica que afectó esta vez a Lisbeth Martes, hace latir los dolores de heridas aún abiertas, como los ya mencionados casos del parto de Lorenza Cayuhan y de la masacre del incendio en San Miguel, una situación que agudiza la tensión en un sistema carcelario nefasto y violento.-
* Lisbeth finalmente dió a luz en el Hospital Barros Luco, según nos informaron sus amistades. Su bebé se encuentra en buenas condiciones de salud junto a su madre.
Un comentario en «INACEPTABLE Nuevamente una mujer sufre vulneración de su parto en la cárcel, esta vez en San Miguel»