Karem Rojas a 3 años del femicidio de su hija Dorito:»No vamos a olvidar una fecha que marcó nuestras vidas»

Por La Zarzamora

Este 7 de septiembre se cumplen 3 años desde que el brutal femicidio de Isidora González (Dorito) a manos de Guillermo Atenas, en Melipilla. Un hecho que removió profundamente la vida de su madre Karem Rojas, así como la de su familia y amigas, una pérdida que dejó huellas y que cambiaría para siempre la forma de abordar la violencia patriarcal en el punk de la región $hilena.

Los comienzos de septiembre parecen dilucidar las tristezas que asoman estas fechas. Ya son 3 años en que como medio nos sumamos a los esfuerzos de su madre, hermana y amigas en búsqueda de justicia, una justicia que es concreta en nuestras mentes, pero no en las estructuras que controlan la sociedad que habitamos. Hace 3 años diferentes caminos se unieron por Dorito, para luchar contra el silencio y la impunidad de la violencia patriarcal, logrando que el femicida fuera condenado. Pero solo bastaron algunos días para que los ministros de la Corte Suprema: Carlos Guillermo Kunsemuller Loebenfelder, Manuel Antonio Valderrama Rebolledo y el abogado integrante Diego Antonio Munita Luco, fallaran desestimando el femicidio y calificando el hecho como homicidio simple, acogiendo los argumentos de la abogada defensora de Atenas, Maylene Muñoz.

Hoy en un contexto de control social absoluto, su madre Karem y su gran amiga la poeta «La Kapitana» nos comparten algo de lo que han sido estos años de lucha por justicia para dorito, posteriormente les invitamos a reflexionar sobre la importancia de identificar la violencia patriarcal, en esta ocasión nos enfocaremos principalmente en esta violencia ejercida por punks, en círculos/espacios punk, libertarios u okupas, temas que quisimos abordar con la ayuda de la baterista Diana No y la Colectiva Mujeres al Frente.

Karem Rojas, madre de Dorito, no le dará pié al olvido

«Son muchas las emociones que pasan por nuestro corazón , por nuestro cuerpo por nuestra mente», con esta frase Karem Rojas comienza nuestra conversación a días de cumplirse un nuevo año sin su hija Isidora. El contexto actual no permitió generar manifestaciones como las que se han desarrollado en memoria de la Doro en Concepción los años anteriores. El distanciamiento social, la cuarentena total y el absoluto control social, repercuten en la forma de hacer presente a la joven y carismática punki penquista, pero no repercutirá en el fondo. «Nos vemos complicadas con hacer algo en esta cuarentena. Aun así, a pesar de toda la problemática existente vamos a activar por las redes. No vamos a olvidar una fecha que nos marcó nuestras vidas. Agradeciéndoles siempre a ustedes como La Zarzamora por recordar a la Isidora, por mantener viva su memoria», explica más adelante Karem aludiendo al nuevo contexto .

Quisimos saber más sobre sus sentires durante este largo proceso, los aspectos que han marcado su vida como madre y de como lleva adelante su lucha contra la impunidad patriarcal:

¿Cúal es tu sentir ante la actuación de la justicia en el caso del femicidio de Dorito?

La sensación que yo me llevo es de una decepción muy grande, porque básicamente era la ilusión que teníamos, yo como mamá, Rayen como hermana, la familia, los amigos, de que por fin se había hecho algo de justicia. No podíamos traer de vuelta a la Isi, ya que eso era imposible, pero al menos teníamos la sensación de que se había hecho justicia. Le habían dado a este hombre la tipificación de femicida, le habían dado cadena perpetua calificada, lo que era un gran logro conseguido, gracias al trabajo previo de las marchas, de la activación, de las organizaciones en apoyo, no solamente en Concepción sino también en Santiago y en regiones.

Siento que se hizo un trabajo previo y por ese lado era un consuelo lo que se había logrado. Pero después, lo que pasa el 12 de diciembre de ese mismo año 2018, fue un balde de hielo. Que la Corte Suprema tome la causal de convivencia para hacer pasar de femicidio a homicidio simple, una cadena perpetua a un homicidio simple (15 años de cárcel)… yo por lo menos creo que no hubo justicia , que no se hizo justicia, porque este tipo está condenado por homicidio simple y todos sabemos que no fue un homicidio simple, los hechos están consumados, esto no corresponde.

¿Has identificado algún cambio en lo social, desde que sucedió el femicidio de Dorito hasta hoy?

Siento que si, yo veo dos visiones, una es con respecto a cómo yo miro la sociedad actual, la sociedad que yo estoy viendo ahora. Siento que hay mayor visibilización, mayor difusión, las personas se sienten un poco más empatizadas con la violencia hacia las mujeres, por ese lado yo creo que hay un cambio importante. Creo que como sociedad, hemos crecido algo, las personas se sienten más involucradas, hay una mayor visibilización de la violencia de género, en comparación con lo que era antes.

Cuando pasó lo de la Isi estaba esto recién comenzando, ahora no, osea es cosa de ver redes sociales, está lleno de funas, lo que pasa con las violaciones, yo creo que en ese aspecto como sociedad hemos crecido y eso es favorable. Ahora con respecto a la justicia yo creo que sigue igual, no hay cambios importantes, no hay cambios sustanciales, las penas siguen siendo bajas, hay un cuestionamiento hacia las víctimas y una protección a los violadores y femicidas, para mí la justicia sigue igual.

¿Cómo cambió tu vida luego de la pérdida de Isi?

Es un cambio de vida enorme, es imposible que la vida siga igual, es un cambio demasiado grande, imaginate la pérdida de una hija, eso ni en el peor sueño, es un dolor constante tienes que aprender a vivir con eso. Bueno hay momentos obviamente que son más sensibles que otros, pero eso es permanente, está, tienes que vivir con eso y aprender a vivir, a armarte para seguir, fortalecerte no sé cómo, hay que vivirlo nomás.

Sabemos que te has acercado al feminismo, háblanos sobre tu activismo feminista

Sobre el activismo político feminista yo pienso que se intenta activar a través del pensamiento, de las opiniones, de la vida, apoyando las luchas que hay, porque hay mucho porque luchar, demasiado, entonces una intenta activar políticamente desde esa mirada feminista, pero falta, falta mucho por hacer, así que a seguir trabajando por un cambio sustantivo en esta vida.

La Kapitana, una amistad que trasciende

Karina La Kapitana, es una poeta oriunda de Concepción, habitante de una de las poblaciones más emblemáticas de la rivera norte del Bío Bío la histórica Aurora de Chile. Su amistad con Dorito es de conocimiento público y esto queda evidenciado en cada presentación poética, performance o actividad en la que Kapitana participa, ya que nunca duda en hacerla presente mediante, poemas y fotografías.

«Yo a la Isi la recuerdo como una niña super alegre, una niña super inocente, que andaba explorando, conociendo el mundo. Era una niña a la que le gustaba el punk, le gustaba viajar, conocer mucha gente, era super sociable» nos cuenta Karina recordando a su amiga. «La Isi era menor que yo, entonces siempre fue la más chica, en ese tiempo que nos juntábamos con lxs pankis ella era como un bebé, era más inocente en hartos aspectos, una niña re bonita y super sociable, encantadora, tenia una voz dulce como de bebé, era muy tierna»

Cuando le preguntamos sobre sus recuerdos y vivencias junto a Isidora, la Kapitana comenzó a sacar de su memoria hermosos recuerdos que marcaron su vida: «Tengo recuerdos re bonitos de cuando yo llegue a Iquique y ella me recibió allá. Macheteábamos juntas, en ese tiempo estuvo trabajando en el Doggis y no le gustaba esa pega. Nos juntábamos después en la tarde a tomar chelas, a conversar. Ella me apañó en ese momento, un momento de inestabilidad emocional super fuerte que tuve, entonces era increíble que ella fuera tan chica y sin embargo me apaño. Me acuerdo que, estuvo cuando me compré mi pasaje para Bolivia, me apañó, me cuidó los bolsos mientras yo iba. Tengo recuerdos super lindos de ella, de su voz, de su dulzura«

Dorito tenía una capacidad muy especial de llegar a las personas, su carisma y ternura son cualidades que siempre están presentes cuando le describen, cuando le pedimos una descripción de Dorito, la Kapi nos menciona: «Lo que puedo simplificar para describirla es que era una persona libre, yo creo que era una niña libre. Esa libertad que después de su muerte, de ese femicidio, como en cierta parte también se nos quito la libertad a nosotras, porque al ver que a tu amiga le hacen esto, a ti te pasa la cuenta, te da miedo cachai. Comienzas a sentir que una no está libre, sientes miedo de caminar, de viajar sola. Ella igual me había tirado pa arriba y me había acompañado cuando yo viaje sola, me decía que era bacán, me dio valentía y claro ese viaje lo hice incentivada por ella, así fuí a Bolivia solita»

Karina Kapitana fue una de las amigas que estuvo presente en el juicio realizado el 2018 en Melipilla, quisimos saber como había enfrentado el proceso y cual es su opinión ante la repudiable desestimación del femicidio por parte de la Corte Suprema, ante esto Kapi nos respondió: «Lo que yo creo de la justicia es que desde que encontraron el cuerpo de la Isi, nunca ni la policía se hizo cargo de eso. Creo que la investigación fue una pésima investigación y más hicieron sus amigas por la Isi que ellos, sus amigas la buscaron y finalmente dieron con el paradero del femicida, no fue la PDI sino que fueron los mismos amigos y amigas, entonces partiendo por eso, el trabajo de la pdi y de la policía fue super pobre, no existió por parte de ellos mayor interés. Nunca investigaron por ejemplo quienes estuvieron ese día en el lugar donde le sucedió eso a la Isi, donde vivía este tipo, nunca hicieron nada para saber quién más estaba, es imposible que nadie escuchara nada»

Con respecto al juicio mismo realizado en Melipilla, La Kapitana expresa: «Sobre la jueza encontré que su trabajo fue bueno, ya que ella en todo momento mostró una manera desagradable frente al tipo y a su relato y lo que la defensa del femicida entregaba como antecedente. Pero el hecho de que la Isi fuera punk, el hecho de que la Isi no provenga de una clase social alta, provocó que se enjuiciara más la manera de vivir de ella que juzgar al femicida, entonces estamos frente a una niña que es libre, que quiere viajar, pero se cuestiona todo el tiempo ese accionar, se cuestiona porqué andaba sola, porqué la Isi tomaba alcohol y eso no debería haber sido el problema, el enfoque se lo deberían haber dado al femicida. La justicia te muestra siempre a las víctimas como si fueran culpables de que las mataran, eso sentí»

Quisimos profundizar en su sentir ante el cambio de condena posterior al juicio de Melipilla, luego del fallo de la Corte Suprema, ante este hecho Karina Kapitana nos cuenta: «Finalmente se desestimó el femicidio y se dio por homicidio simple calificado, que es 15 años, una pena bajísima frente al horrendo crimen que hizo este weón. Los ministros de la Corte Suprema son hombres, decretados por el presidente, estamos hablando de personas que tienen un gran poder en Chile frente a la imagen de una niña que es la Isi. Ellos juzgaron la manera de vivir de la Isidora, más que el crimen en sí. La justicia no hizo su pega, ni la policía. El femicidio de la Isidora fue super noticioso, y con él nos dieron a entender que para la justicia, la vida de la Isi no vale nada, no vale nada para la policía, solo vale para la familia, solo vale para nosotras sus amigas, para sus amigos»

La única solución que nos queda es la justicia a mano, es decir la justicia tomarla por nosotras, porque no la hay. Imaginate, Guillermo Atenas cuando cumpla 5 años ya puede postular a beneficios, es una burla, es una burla! Imaginate alguien por robar un bien material, un auto, un banco, o quemar algo, son 20 años, 25 años, y por hacer algo tan cruel como lo que le hicieron a la Isi, solamente en 5 años el weón va a estar afuera. Entonces la justicia protege al femicida y no a nosotras, y en este caso la justicia no protegió a Isi, su caso no tuvo las penas que nosotras esperábamos, que era la cadena perpetua calificada, que la justicia ordinaria, si se la dió, pero la desestimó la Corte Suprema, y eso es lo grave del caso, que gente que está tan arriba pueda desestimar una crueldad tan grande como lo que le hicieron a la Isidora»

La Kapitana

Diana No: reflexiones ante un punk «conservado en mierda»

El caso de Dorito sirvió para visibilizar una constante dentro del punk, la violencia patriarcal, violencia a la cual nos hemos expuesto ya más de 4 generaciones de mujeres y disidencias punk en estos territorios. Violaciones, agresiones y abusos sexuales, son hechos que abundan en los espacios, donde se espera disfrutar de buena música y soltar bastante rabia que llevamos dentro con una buena licuadora. Pero lamentablemente la violencia patriarcal está ahí enraizada y ha dejado en evidencia el grotesco fascismo que llevan dentro tantos machos punk, que dicen querer y tener ansias de libertad, no sin antes oprimir y apropiarse del cuerpo de las mujeres y otras corporalidades que estén vulnerables por el exceso del alcohol.

Las tokatas al cuidado y control de verdaderas policías nazi con electroshock, machos jaleros, con familias y vidas basadas en el consumo, el dinero, el ego, la falopa, dejan muy en evidencia hacia donde llegó la adulación de los macho punk al «movimiento», o al menos a la colectividad que disfrutaba de la música rebelde que buscaba la abolición del estado y las policías.

Para profundizar sobre esto quisimos hablar con Diana No, baterista y lesbiana feminista que ha luchado por visibilizar la violencia patriarcal que se vive tanto dentro del punk, como en la estructura social completa: «Isidora marca un antes y un después. Visibiliza lo más cruento de la miseria, la misoginia, la violencia encubierta en un circuito que por años se jactó de ser todo lo contrario, discursos vacíos, palabras muertas, sin acción que las sostenga, una rebeldía de cartón, sobrestimulada, pero acotada al tiempo libre… un hobby, una doble vida sin profundidad, una simple postal».

Fotografía: Paula B

Diana ha seguido de cerca el caso de Dorito y también fue una de las presentes en el juicio que se realizó en Melipilla el año 2018. Cuando conversamos sobre los riesgos en los espacios punk, ella nos responde: «El PUNK de machos no es un lugar seguro para las mujeres ni para los cuerpos disidentes, es una propuesta estética sin profundidad, capsulada en un pasado quieto, conservado en mierda, llena de misoginia, machismo y heteronorma, se busca la homogenización de las luchas, siempre hacia un afuera, hacia una iglesia y su moral limítrofe en constante podredumbre, hacia un estado asesino que mata y viola igual que ellos, porque en lo privado se comportan como las basuras que critican, con malos tratos y abusos…Nos pegaron por sus complejos, nos violaron por sus impulsos, nos mataron por sus excesos, pero BASTA!

Con respecto a cómo el caso de Dorito ha puesto en la palestra la importancia de visibilizar, identificar y combatir el patriarcado en el punk, Diana reflexiona: «Es imposible no entrar en contradicción. Por un lado tenemos la necesidad de hacer memoria y mantener vivas a nuestras muertas, con nuestros gestos, nuestras prácticas, nuestras palabras, nuestras luchas, nuestro ruido. Y por otro la urgencia de visibilizar lo terrible de una muerte bestial y una justicia amparada en la impunidad, para así, justamente marcar precedentes que inciten a fijar limites que no existen, proponer un BASTA! fijar un punto final a la violencia desbordada de un patriarcado asesino»

Las potentes palabras de Diana, son el reflejo del sentimiento de muchas quienes han pasado por horribles experiencias solo por ser mujeres y disidencias que buscan disfrutar de la potencia del punk, que decidieron que como toda persona, nosotras y nosotres, también podíamos beber disfrutando de una buena tokata. Diana continúa luego: «Isidora nos enrostró que la intimidad es un espacio que nos vulnera y que históricamente han administrado ellos en nuestro desmedro, con total impunidad. Nos enrostró que el macho no se exime por sus discursos sostenidos en la idea sin praxis. Develo a los machos que en la intimidad sacan su miseria que esconden entre líneas, moicas y chapitas…y también su dolorosa pérdida, nos convidó a reflexionar y levantar estrategias de autocuidado, alianzas y apañes»

Este 7 de septiembre, se cumplen 3 años del brutal Femicidio de Isidora, una joven y rebelde golondrina, buena pal ruido y el mosh, buena pal acople y esa respuesta rabiosa del punk…a 3 años de la muerte de la Dorito, como le decían sus amiguis, yo la recuerdo y la vuelvo ruido para otras golondrinas, para que ni un macho de mierda intente cortarnos las alitas, para que nunca mas nos intenten boicotear el vuelo. A 3 años de su triste partida, nos convoca hacer memoria, porque la única muerte es el olvido. Así que hoy y todos los días, los ruido son para ti! Vuela alto Golondrina!

Diana No

Las repercusiones del caso de Dorito en el punk del territorio

Luego de la constancia e insistencia en las movilizaciones desarrolladas por la familia y amistades de Dorito, el caso comenzó a tener gran repercusión mediática, la noticia también llegó a los círculos punk, en donde compañeras que aún resisten ahí, decidieron que era momento de hablar de lo que hemos silenciado y/o normalizado por años.

Es así como en el año 2018, nace en Santiago el colectivo feminista hardcore punk Mujeres Al Frente, quienes inspiradas en el caso de Dorito, comienzan a generar instancias de música y discusión política, para tratar la violencia patriarcal dentro de la escena. Quisimos saber más de ellas, así que nos comunicamos con Camila quien nos contó mas sobre la colectiva de la cual es parte: «Nosotras alzamos la voz para que ninguna injusticia, abuso o muerte quede impune, estamos en contra de la violencia patriarcal y trabajamos para que en espacios de la escena hardcore punk, haya una abolición de conductas machistas»

Camila nos comentó también sobre los objetivos que se han planteado como Mujeres al frente, así como de las instancias que generan para hacer estos posibles: «Nuestro colectivo nace con la idea de que mujeres y disidencias puedan participar en tokatas y conciertos de forma segura, tanto como público o al ser parte de una banda como música, sonidista o parte de las organizaciones de estas, abriendo paso a conversatorios y tokatas con participación de músicas de la escena y la asistencia PARTICIPATIVA de compañeras de manera segura»

Camila nos cuenta que el caso de Dorito marcó una urgencia en cuanto a tratar el problema de la violencia patriarcal en los espacios del hardcore-punk y enfrentarlo con fuerza de una vez: «Sin duda el caso de la Dorito ha sido un quiebre en el quehacer de como confrontar este tipo de situaciones, alzar la voz por las que ya no están infatigablemente, y luchar por las que siguen… nos duele ahora y nos va a doler por siempre».-



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