Viajar es una de las actividades más recomendadas para crecer, liberarse de prejuicios y aprender sobre otras culturas. Sin embargo en estos días definitivamente no es recomendable salir de la casa a menos que sea necesario.
A principio de mes la situación sanitaria a nivel mundial no era tan alarmante como lo es hoy en día, nadie sabia lo que iba a pasar o la cantidad de gente contagiada con covid-19 que habría. Mucho menos pensaríamos que se cerrarían las fronteras haciendo gala de la soberanía capitalista y autoritaria que significan los limites para el libre transito de las personas. Sabemos de la crueldad de los países frente a refugiados o inmigrantes que en busca de oportunidades mueren frente a fronteras que se han designado para mantener las riquezas de unos pocos.
Actualmente el panorama es preocupante para las mismas personas nacidas entre estos limites y que deben volver debido a que es aquí en donde tienen a sus familias y redes de apoyo muy importantes para este periodo.
¿QUE OCURRE CON NUESTRAS AMIGAS QUE NO HAN PODIDO REGRESAR?
Paulina tiene 22 años y viajo fuera de $hile a acompañar a un pariente a una competencia deportiva a Puerto Rico y desde ahí se fueron a Punta Cana, aprovechando que nunca habían llegado tan lejos. era un viaje programado con anticipación. En ese momento no existía ninguna restricción de viaje, por lo que decidieron concertarlo. No siempre se tiene la oportunidad de viajar y es importante hacerlo cada vez que se pueda.
Paulina junto a su familiar, llegan al aeropuerto con la intención de tomar un vuelo supuestamente ya coordinado por el consul, acción que no se concretó y que dejo alrededor de 150 personas sin traslado con una sensación de abandono e incertidumbre.
“Yo estoy con una familiar que menos mal logra contenerme un poco cada vez que me da una crisis de angustia, se me acabaron hace días mis antidepresivos y sin ellos me siento super mal, es más difícil sobrellevar la angustia porque realmente esta situación es super estresante, la incertidumbre y al ver a tanta gente que está igual o peor que yo es una mezcla de emociones muy negativas. lamentablemente soy dependiente de mis medicamentos y prometieron desde el consulado ayudarme a conseguirlos ya que acá tienen un precio de 200 dolares (170 mil pesos chilenos) y es un precio inaccesible para mi, ya que el poco dinero que tengo es destinado únicamente para comer y la verdad es que no he tenido respuesta ante la petición de esto. El dormir en el piso, o no tener acceso a una ducha de agua caliente es lo que menos me preocupa en este momento, lo que más anhelo es poder tener acceso a mis pastillas y obviamente tener respuestas respecto a nuestra repatriación porque realmente se tiran la pelota unos con otros al momento de darnos respuestas.
Mi familia desde chile está muy desesperada, intentan hacer lo posible para conseguir respuestas y tampoco lo logran. Siento como si las autoridades nos tuvieran abandonados, no les importa si comemos, si tenemos acceso a agua, a necesidades básicas y luego en los medios dicen que están trabajando arduamente en devolvernos al país lo cual es mentira. No hay buses de acercamiento al aeropuerto, todo lo debemos costear nosotros mismos y es terriblemente caro un taxi, lo mínimo que cobran son 15-20 mil pesos por un trayecto corto. Y como para hacer peor mi experiencia he sido víctima de constante acoso, incluso por parte de la policía, hace unos días fui a un supermercado a comprar agua y frutas y dos policías en moto bajaron la velocidad y avanzaban al lado mío diciéndome cosas. Solo atiné a caminar más rápido y a llorar de rabia porque no podía decirles nada porque no sabía cuál iba a ser la reacción de ellos. Fue bastante triste esa situación, más aún viniendo de “autoridades”. Realmente esta es una experiencia de la cual no voy a sacar nada positivo. Es un viaje que deseo no repetir nunca más”.
“La mayoría de los chilenos estamos acá desde el miércoles y jueves de la semana pasada, el mayor riesgo es contagiarnos con covid-19 ya que en el aeropuerto transitan miles de personas a diario, turistas de todas partes del mundo. Hemos estado hablando con el consulado de chile en República Dominicana median WhatsApp y al principio nos prometía ayuda, nos hizo llenar un formulario que debíamos enviarlo al correo del consulado y también quienes tuviéramos casos especiales debíamos explicar todo y supuestamente nos iban a ayudar (por ejemplo, a quienes sufrimos diversas patologías y nos quedamos sin medicamentos).
Esa ayuda jamás llego. Luego nos envió un correo de respuesta a nuestros formularios y decía que la cancillería no contaba con aviones ni con recursos como para repatriar a todos los chilenos que estamos ahí y en ese momento ya la desesperación en todos comenzó a aflorar de forma penca, muchos tuvimos crisis de angustia, no podíamos calmarnos y estábamos colapsados. Por parte de las aerolíneas también nos hicieron llenar formularios y ahí jamás hubo respuesta, solo de Latam que son los responsables de hacer la repatriación, pero resulta que en las nóminas de los dos vuelos ferry que han venido solo hay pasajeros Latam (quienes pertenecían a otras aerolíneas no pudieron abordar) y lo irregular de esos ferry es que vendieron cupos, en lo que se supone era un vuelo humanitario gestionado por chile.
Jamás se respetó la priorización de niños, embarazadas, adultos mayores y enfermos. Después de eso nuevamente tuvimos que llenar más formularios de Latam y cancillería y ahí nos entró la curiosidad porque se supone que las aerolíneas tienen un registro de los pasajeros que siguen en punta cana y a raíz de eso una de las propias chilenas varadas comenzó a hacer una nómina de chilenos la cual fue enviada a cancillería para que dejaran de pedirnos llenar su formulario una y otra vez. La ayuda humanitaria nunca llegó, ni siquiera una botella de agua, el aeropuerto se ha hecho cargo de entregarnos mantitas, sabanas, toallas y tickets de comida gratis en el casino de trabajadores del mismo aeropuerto. Hoy por parte del aeropuerto entregaron barritas de cereal, agua, leche, jugo y frutas.
Ayer (lunes) desde el Twitter del consulado dijeron que vendría otro avión ferry a buscar chilenos a lo que nos acercamos a la oficina de Latam acá y nos dijeron que era mentira, que autoridades chilenas no se han comunicado con ellos para programar un nuevo vuelo. Una de las chicas que está acá le envió un WhatsApp al cónsul consultándole si era efectivo que vendría un avión el 2 de abril y su respuesta fue “ni idea” y luego no respondió más. Y estas son las cosas que nos indignan, no responden correos, ni llamadas, no dan respuesta a nuestras miles de preguntas y dudas
La situación de Paulina no es la única, hay antecedentes de personas que están en esta misma situación en otras partes del Abya Yala sin conexión o servicios básicos, viviendo una difícil realidad, desde que el virus COVID-19 se ha expandió. Se han cerraron entradas a varios países por cuarentena, se cancelaron vuelos, aerolíneas dejaron de funcionar. Por más que han hecho contacto con las líneas aéreas estas no les han respondido, sus soluciones son ambiguas, la aerolínea toma decisiones sin consultar a sus pasajeros, o simplemente no dan ninguna. Las personas varadas en el extranjero han pasado varios días durmiendo en los mismos aeropuertos otros en hoteles pero el dinero se acaba y ya no tienen ni siquiera para comer o darle leche a sus hijos. Han hecho llamado y han estado clamando por ayuda pero muy pocos cónsules o embajadas se han acercado a ellos o se han hecho cargo de este tremendo problema que sufren en estos mismos momentos. Según el ministerio de relaciones exteriores las indicaciones son más de 10.000 chilenos han vuelto desde que se anunció el cierre de ingreso al país por cuarentena, cuya cifra que algunos abandonados en los aeropuertos dicen que no son acertadas o la ponen en duda.