Por: La Zarzamora / Fotografía portada: Lloyka
El pasado viernes 9 de febrero, tras 3 meses de agitación constante, se logró que la sexta sala de la Corte de Apelaciones de Concepción anulara el juicio que condenó a Esteban Henriquez, Ricardo Delgado Reinao, Nicolás Alcaman y Ernesto Llaitul a 15 años de prisión, sin pruebas fehacientes y sin comprobar la participación de ninguno de ellos en los hechos que se les imputaron.
La resolución sucede a más de 80 días de huelga de hambre de los ppm camche en el CP Biobío y a más de 60 días de huelga de los demás ppm de la CAM recluídos en Temuco, una huelga que ya mantiene a dos de ellos (Esteban Henriquez y Ernesto Llaitul) internados de gravedad en el Hospital Regional de Concepción.
Los presos políticos mapuche cam, han anunciado que seguirán con la huelga, iniciada el 13 de noviembre del 2023, hasta lograr todas las exigencias establecidas desde su inicio que son: «la creación de un módulo comuneros en el CP Biobío, que ya cuenta con más de 10 prisioneros políticos mapuche, la libertad de Daniel Canio Alcamán (considerando el tiempo de prisión como abono) y también la ya lograda anulación del juicio viciado que afectó a Esteban, Ernesto, Ricado y Nicolás.
Tras la anulación, las familiares y vocería de los ppm en huelga, declararon lo siguiente:
El próximo martes 13 de febrero, se espera la revisión de las medidas cautelares de los 4 weichafe, por lo que el apoyo sigue siendo fundamental. En cuanto al nuevo juicio, que aún no cuenta con una fecha específica, será realizado nuevamente en la ciudad de Los Ángeles.
¿Cuáles son las razones de la anulación del juicio? y el ¿cómo se logró visibilizar este proceso? te lo contamos a continuación.
UN JUICIO VICIADO
Las abogadas, madres, compañeras y hermanas de los ppm condenados sin pruebas, insistieron constantemente en las irregularidades que rodearon el juicio que condenó a Nicolás, Ernesto, Esteban y Ricardo a más de 15 años, por su supuesta participación en el incendio del predio forestal Punta Arenas, ubicado en la ciudad de Los Ángeles.
Los 4 weichafe fueron detenidos el 31 de agosto del 2022 y condenados el 16 de noviembre del 2023, sin pruebas que les vinculen a los hechos.
El juicio, que fue realizado en el TOP de la ciudad de Los Ángeles, dejó dudas, sospechas y evidentes falencias, que daban a conocer una vez más el sesgo racista que se mantiene continuamente en el poder judicial y por supuesto en el estado de $hile, hoy con el gobierno de turno a manos de Gabriel Boric, quien hace pocos años se llenaba la boca con la lucha del pueblo mapuche, por supuesto desde la máxima comodidad de sus privilegios de blanco colono burgués.
Es así como el gobierno se presentó en este proceso como querellante a través de la delegación presidencial del Biobío, representada por el abogado Rodrigo Barros, entidad que aún se mantiene como tal, a diferencia de la forestal afectada, que al poco andar y ante la falta de pruebas concretas, optó por retirarse del juicio.
Precisamente esta falta de pruebas concretas, es lo que motiva a la corte a determinar que estas no son suficientes para derribar el principio de inocencia, argumento que fue expuesto desde el comienzo del proceso por las abogadas Victoria Bórquez y Josefa Ainardi, defensoras de los huelguistas.
La abogada Victoria Bórquez explicó tras el logro de la anulación:
«Acá no existen pruebas en primer lugar, de la existencia de los delitos de homicidio y tampoco existen pruebas en cuanto a la participación de ninguno de los acusados en los delitos de incendio. En ese sentido, se trató de utilizar la georreferenciación, se trataron de utilizar lo que llamamos literalmente artimañas, por que la realidad es que los comuneros no fueron localizados en el sitio del suceso…A ellos se les condena por ser parte de la Coordinadora Arauco Malleco pero eso no es suficiente en el derecho penal para poder derribar el principio de inocencia».
Abogada Victoria Bórquez.
EL CAMPAMENTO: LA LUCHA DE LAS MADRES, COMPAÑERAS Y HERMANAS
El día 10 de enero, Ema Riquelme, madre de Esteban Henriquez, Valeria Barra su compañera, Agustina Reinao, madre de Ricardo y Pamela Pezoa, mamá de Ernesto y Pelentaro Llaitul (también en huelga de hambre en la cárcel de Temuco), deciden establecer un campamento permanente a las afueras del CP Biobío, con el fin de visibilizar la huelga de hambre y enterarse rápidamente de cualquier problema de salud que sus familiares pudiesen tener.
Aquel día las lamuen instalan dos carpas en medio de un bandejón, entre la calle que pasa por afuera de la cárcel y la ruta que lleva a Penco. Anteriormente habían sido violentamente reprimidas por el GOPE, durante una manifestación por la huelga en el mismo lugar. No tienen sillas, mesa, ni cocinilla, solo están ellas entre el constante ruido de camiones, bocinas, carros de Gendarmería, y todas las interacciones que se generan a las afuera de los centros de exterminio carcelarios.
Poco a poco comienzan a recibir el apoyo de personas solidarias y compañeras que se acercan a acompañarlas y proporcionarles diferentes artículos que necesitaban para mantener el campamento. Al paso de los días, este se fue convirtiendo en un punto importante de coordinación ante la huelga, pero también en un espacio de contención entre ellas, que decididas y sin titubear harían todo por la vida y libertad de sus hijos.
Cada día, estas lamuen organizaban actividades y acciones de apoyo a la huelga, concretando barrotazos, jornadas musicales, jornadas muralistas, mitings e irrupciones en instituciones públicas, que lograban volcar la atención hacia la huelga de sus hijos, hermanos y parejas.
Varias veces fueron hostigadas, tanto por carabineros como por fascistas que rondaban el lugar, incluso les tomaron fotografías que posteriormente «algún funcionario» del GORE Biobío, publicó desde la página institucional, instando a la represión y tergiversando conceptos para lograr un rechazo social hacia el campamento, acusándolo de «toma ilegal».
Todo fue un gran esfuerzo, desde dormir bajo una pasarela, al lado de una carretera que no deja de funcionar en toda la noche, hasta el resistir la fuerza del viento, el fuerte sol de las mañanas y las tardes, mas lo que significa ver la cárcel y a los carceleros día y noche.
Pero siempre el acompañamiento estuvo presente, y no tan sólo de humanxs, Weichan, un perrito callejero que rondaba la cárcel, decidió desde el día uno y por voluntad propia sumarse al campamento, impidiendo que se acercaran «desconocidos» y entregando amor a todxs quienes pasaron por el campamento. Weichan de aproximadamente 13 años de edad, se convirtió en un gran compañero, recibió atención veterinaria, alimento, agüita y mucho cariño y quedará en un hogar temporal, mientras se prepara su casita definitiva.
La fuerza y constancia de estas lamuen fueron fundamentales para lograr romper el silencio cómplice de los medios hegemónicos, visibilizar el porqué de la huelga y para el monitoreo de salud constante de los huelguistas.
EL CERCO MEDIÁTICO DE LOS MEDIOS BASURA
El fuerte cerco mediático que debieron enfrentar, era una expresión más del racismo y la complicidad de los medios hegemónicos. Financiados por forestales y empresarios, estos ignoraron la huelga y cada una de las acciones de apoyo que se desarrollaban en espacios públicos e instituciones del estado.
El silencio a 10, 15, 20, 30, 40, 50, 60, 70 y 80 días de huelga de hambre, daba cuenta de la intencionalidad de la comunicación hegemónica en el hecho de no prestar cobertura a la movilización, que tras la hospitalización de dos huelguistas, Esteban Henriquez y posteriormente Ernesto Llaitul, ya daba cuenta de ser, más que un tema de interés público, un tema de vida o muerte, en un conflicto que tiene como principal responsable histórico al Estado de $hile.
Sin embargo, la existencia de los siempre desinteresados medios libres, permitió una cobertura constante. Es así como desde el primer día de campamento, estuvimos presentes junto a otrxs medio libristas, no tan sólo con la cobertura, sino con presencia y apoyo concreto, una de las grandes diferencias con la prensa hegemónica, gobernada por el empresariado.
Como Zarzamora fuimos acogidas por ellas con amor y respeto, por lo cual aprovechamos de agradecer profundamente que siempre se nos diera la preferencia por sobre la prensa hegemónica, en declaraciones públicas referentes a algún hecho de la huelga de hambre (algo que lamentablemente no suele ocurrir). Gracias por permitirnos recibir sus palabras antes que TVN, Radio Biobío, Canal 13, entre otros, que llegaron a cubrir recién desde que Ernesto Llaitul fuera el segundo ppm internado en la urgencia del Hospital Regional de Concepción.
SE LOGRÓ LA ANULACIÓN, PERO AÚN FALTAN DOS EXIGENCIAS
La anulación del juicio era uno de los puntos fundamentales que se exigen en esta huelga de hambre. Este primer logro es fruto de la presión ejercida por las familias, sin embargo aún quedan dos exigencias de importancia que no pueden quedar sin solucionar.
La primera de ellas es la creación de un módulo comuneros en el CP Biobío, que tiene que ver con el respeto a sus derechos como mapuche, su identidad, cultura, cosmovisión y ejercicio de estas, lo cual es amparado por el Convenio 169 de la OIT, al cual el estado chileno está adscrito desde el 2009.
Javiera Plaza, vocera de los ppm de la CAM presos en Temuco y Concepción, se refirió a la negativa del gobierno para establecer este módulo:
«Por parte del gobierno no hay voluntad política de resolver y destrabar esta huelga, no se quiere aceptar la habilitación de un módulo comuneros en el CP Biobío, lo que quieren es perpetuar la represión y hostigamiento dentro de las cárceles, como una condena paralela a la condena judicial».
Vocera Javiera Plaza.
La incrementación de la cantidad de ppm en el CP Biobío, que va de la mano con la nueva arremetida militar del estado ejecutada por el gobierno de Boric, hace urgente este punto.
La segunda, es la consideración como abono, del tiempo de prisión cumplido por el preso político mapuche Daniel Canio Alcaman así como su salida de la cárcel. Mientras se siguen dilatando estas exigencias, la huelga continúa hasta que los ppm lo decidan, por lo que tanto los presos como las familiares no bajarán sus brazos, hasta que se respeten estos puntos mínimos.
Hoy sábado 10 de febrero se comienzan a ordenar las cosas en el campamento de las lamuen, ya avanzaron un gran paso, es hora de reponer fuerzas, mantener la atención en el desenlace de la huelga y en la aproximación del nuevo juicio que sus hijos, parejas y hermanos, deberán enfrentar por ser parte del proceso histórico de recuperación territorial y cultural, del pueblo mapuche.-