Por: La Zarzamora
El día 22 de diciembre del 2022, las fuerzas represivas del estado efectuan 6 violentos allanamientos en Valparaíso y Santiago, los cuales dejaron 7 detenidos; de estos 4 quedaron con prisión preventiva. ¿El objetivo de la arremetida represiva? dar con el paradero de los autores de la acción directa explosiva realizada contra la Dirección Nacional de Gendarmería, ejecutada el 27 de diciembre del 2021, casi un año antes. Pero hay algo que no mencionaran los medios hegemónicos, ni las policías y es que en 3 de los domicilios allanados se encontraban niñes de distintas edades y que una niña de 11 años estaba siendo estudiada e intervenida en su teléfono móvil y redes sociales, para generar una situación de vulnerabilidad al momento del allanamiento. Desde La Zarzamora conversamos con la mama de la niña, quien nos relató cómo la policía no tuvo asco en utilizar a su hija, para llevar a cabo su venganza por el atentado contra una de las instituciones más corruptas y nefastas de $hile.
Estos allanamientos son resultado de una investigación de mas de 1 año, durante el cual se instalaron cámaras de seguridad frente a diferentes domicilios para vigilar los movimientos de los considerados «sospechosos», también se intervinieron teléfonos y se les hizo seguimiento constantemente.
Niñez presente en el contexto represivo
Durante los allanamientos del 22 de diciembre del año recién pasado, la violencia policial marcó profundamente a 4 niñes que se encontraban en sus casas junto a sus papás y mamás. En una casa se encontraban un niño de 6 años, junto a su hermanito de 2 meses, en otra un niño de 7 años y en otra una niña de 11, todos fueron testigos de la detención de sus padres y de la violenta entrada de sujetos armados con armaduras y cascos a su espacio seguro, su hogar.
La madre de la niña, a quien resguardaremos y llamaremos A. nos cuenta que está separada del papá de su hija, pero que tienen una buena relación. Su hija vive con ella y periódicamente se va donde su papá. En el momento del allanamiento, la niña se encontraba en casa de su papá, junto a él y su tío. «Mi hija no veía a su papá hace más de 1 mes. Su papá pasa a buscarla el día miércoles 21 y durante la madrugada del jueves 22 de diciembre, en la noche, se allana el domicilio donde ella se encontraba».
La premeditación de fijar los allanamientos la madrugada del 22 de diciembre se ve directamente relacionada a la presencia de las niñas y niños, y específicamente, en la presencia de la niña de 11 años:
«Ellos sabían que estaba mi hija ahí, porque tomaron resguardos frente a eso. Hoy los tribunales de familia me están poniendo una causa de protección hacia mi hija, tratando de cargarme a mí la vulneración de los derechos de ella, dando vuelta la situación a favor de ellos. Con ninguno de los otros niños presentes en los allanamientos se han hecho trámites legales o abierto causas, ha sido solamente con mi hija».
A.
La posterior tramitación de un recurso de protección en favor de la niña, expone el lado más cruel de esta premeditación, ya que pone de por medio incluso el derecho de la niña a estar y mantenerse bajo la cautela de su madre. Todo esto, luego de una seguidilla de situaciones que demuestran como las instituciones del estado planificaron este ataque, a partir de la utilización de la niña, como un método de presión y venganza contra la madre y los compañeros detenidos.«Es un intento de dar vuelta la situación, porque con la investigación que llevaba más de 1 año y medio en curso ellos sabían perfectamente cuando mi hija estaba y no estaba con su papá en el lugar», menciona A.
Los allanamientos
«Ese día en la madrugada a las 5:30 am. llegaron golpeando la puerta, les costó entrar, por lo que metieron harta bulla. Entonces ahí los chicos lograron percatarse de lo que pasaba. El tío de mi hija afirma la puerta, gritando que había una niña adentro, que se calmaran porque están ahí obviamente con toda la violencia, y mientras el papá de mi hija entró a la pieza donde ella estaba durmiendo a decirle que venían los pacos a llevárselos detenidos y que se vistiera rápido.
En ese momento los pacos logran derribar la puerta, dejan al tío de la niña reducido en el suelo y 3 pacos apuntan con armas al papá de mi hija, lo agarran del pelo y también lo reducen. Mi hija viendo toda esa situación».
Relato de A. dando cuenta de la intolerable brutalidad con que actúan las fuerzas represivas frente a les niñes.
Pero la situación venía preparada, los pacos presentes en el allanamiento tenían conocimiento de información personal de la pequeña, sabían sus gustos y sus pasatiempos.
«En ese momento llegan dos pacas que llevan a mi hija afuera del domicilio y ahí es donde le empiezan a decir: ¿oye a ti te gusta el animé, te gusta kimetsu no yaiba?. A mi hija le llamó la atención, porque ella siempre ocupa poleras de animé y esta vez no tenía ninguna polera de estas, sino un polerón negro. No tenía ninguna polera puesta como para que ellas le preguntaran eso».
Relato de A.
De igual manera, conocían el gusto por el dibujo de la niña, lo cual es considerado por ambas, como un conocimiento profundo sobre sus intereses: «Ella tiene un Instagram personal que es cerrado, privado, donde solamente hay amigos, ahí ella publica sus dibujos y sus gustos por el animé».
Ambas pacas iban con una tarea específica: hacerse cargo de la niña mientras duraba el allanamiento, contando con la información personal de la niña. «Esto no pasó en ningún otro domicilio, sólo en el que en que estaba mi hija».
Mientras detenían a su padre, las pacas acediaban a la niña con preguntas como: dónde vivía y con quién, también dónde estaba su mamá, si vivía con su papá y por último le pidieron directamente el número telefónico de su madre.
Mientras tanto, le informan al tío que él está a cargo de la niña, que es el adulto responsable de ella y que les llevarán juntxs a una comisaría, supuestamente, hasta que llegara otro adulto a retirarla. «En ese momento el tío se supone que no estaba detenido. Ellos nunca le dijeron que estaba detenido, hasta el final», nos cuenta A.
Durante el traslado de la niña y su tío a la comisaría, la pequeña se mantenía en un estado de nerviosismo y miedo, y pronto su cuerpo reaccionó con una gran hemorragia nasal.
«Entonces la tuvieron que llevar a constatar lesiones al Ezequiel Fernández. Cuando llegan ahí, me llama su tío para contarme que están detenidos, que me quedara tranquila porque ahora habían llamado también a la abuela paterna y ella iba a ir buscar a la niña».
A.
Luego de que se concretó la constatación de lesiones, llega la abuela a buscar a la niña. Al llegar, una paca a cargo le dice: «que bueno que llegó porque nosotros ya estábamos haciendo los trámites para llevar a la niña al SENAME», y después le hacen firmar un papel, supuestamente para poder retirar a la niña del lugar.
Cuando la abuela retira a la niña, su tío recién se entera que también está detenido y queda bajo cautela policial.
La violencia vicaria de las instituciones estatales por razones políticas
Violencia vicaria es un término que se adopta para definir el ataque patriarcal hacia una madre por medio de sus hijxs, con el objetivo de causarle dolor. Se podría decir en este caso, que este tipo de violencia patriarcal está siendo ejecutada por el estado, por medio de la amenaza de arrebatar a la niña de la madre, con la finalidad de dañarla a ella, al padre y a la misma pequeña, por razones políticas.
«El día 25 de diciembre llaman a la abuela a su teléfono diciendo que eran del tribunal de familia, que querían saber cuál era la relación que tenía yo con el papá de la niña, cuánta plata me pagaba, si nos llevábamos bien, cuál era la relación mía con ella, también si la plata que me pasaba era de acuerdo, por mediación o trato y qué día la veía su papá. Ella le contestó que esos detalles no los sabía, pero que entre nosotros si había una buena relación y que todo estaba de acuerdos».
A.
Durante la llamada la abuela también les confirma que la niña vive con su mamá y que de vez en cuando viaja a estar con su papá. Finalizan la conversación diciéndole que se comunicarán con A. para brindarle apoyo psicológico a la niña, algo que nunca ocurrió.
«A mi jamás me llamaron hasta el día de hoy, ni del tribunal de familia, ni los pacos cuando se llevaron a mi hija de la casa. Me han dicho abogados que la niña no debería haber salido del domicilio a ningún lado hasta que un adulto la fuera a buscar, cosa que tampoco pasó. Le pidieron mi teléfono a mi hija, pero nadie llamó».
A.
Sobre la interposición de un recurso de protección hacia la niña, A. plantea que ellos fueron los que vulneraron a su hija con la violencia con la que actuaron aquel día: «Permitieron que ella estuviese ahí en el momento en que detienen a su papá. Esto podría haber pasado a mayores y ellos son claramente los responsables».
La exposición de niñes a estas experiencias traumáticas ejercidas por agentes del estado, deja en evidencia que no existe una real preocupación por ellxs, es más, el llegar al punto de que una fiscalía, en este caso la Fiscalía Sur, ordenara intervenir el teléfono de una niña de 11 años, da cuenta de los verdaderos intereses de las estructuras de poder. A. nos relata que incluso en la carpeta investigativa aparecen las conversaciones de su hija con su padre.
«Hubo intervenciones a su teléfono y la interrogaron sin un adulto presente. Ellos con toda la investigación que llevaban hace más de un año, fácilmente podrían haber cazado a su papá en otro momento, no deberían haber esperado que ella estuviese ahí. A través de mi hija, buscaron agarrar a su papá».
A.
Para colmo, durante la audiencia de formalización de su papá, se expuso el nombre completo y rut de la niña, sumándose otro hecho, a la serie de vulneraciones ejercidas por la institucionalidad y sus aparatos represivos.
Hasta el día de hoy el tribunal no se ha contactado con A. ni tampoco le ha informado sobre la causa que abrieron en su contra, solo por medio de amistades, logró darse cuenta que había una causa abierta, amistades que también han apoyado en la ayuda psicológica que necesita la niña luego de la brutal experiencia.
«Siempre quedan lxs niñxs expuestxs y nadie hace nada al respecto. Durante años sigue pasando esta situación, ahora 4 niños sufrieron este trauma de ver los armamentos y la violencia hacia sus papás y nadie se hace cargo».
A.
En estos momentos, el papá de la niña se encuentra encarcelado, con un año de plazo de investigación, al igual que su tío con un plazo de 4 meses de investigación.
A. se encuentra siendo asesorada por abogados y están estudiando las acciones legales pertinentes, ante esta serie de vulneraciones cometidas por la policía y las instituciones estatales contra su hija.
Hacemos un llamado a estar atentas, atentos y atentes a la situación de A. y su hija, a difundir estos abusos y violencias institucionales, a dejar el adulto centrismo y activar por este y tantos casos más, en donde las estructuras de poder utilizan y dañan a la niñez para mantener su funcionamiento y el control social.-