El pasado domingo 28 de noviembre, en una casa abandonada de Calama, fue hayado el cuerpo de la activista medioambiental Javiera Rojas, maneatada de pies y manos, con evidentes señales de violencia patriarcal. Javiera era conocida por ser activa opositora a proyectos de devastación ambiental en la zona, como el de Embalse La Tranca y la Termoeléctrica Prime.
La noticia sacudió a las diversas agrupaciones sociales, las que han manifestado su repudio y preocupación, ante este brutal femicidio. Desde el comité socioambiental de la CF8M, manifestaron mediante un comunicado que: «si bien el contexto en el que se enmarca es confuso, por tanto no podríamos afirmar que se deba a su calidad de defensora, si podemos asegurar que se enmarca dentro de la violencia de género que vulnera a mujeres día a día».
De la misma forma, desde el MAT (Movimiento por las aguas y los Territorios), también manifestaron su pesar ante el terrible femicidio: «Hoy tu nombre cubre la crónica roja que cada día lleva distintos nombres. Hoy sucede que te conocíamos y sabíamos que como en tantxs, tu apuesta estaba por la vida, por esa vida que tantas veces y de tantas formas nos la arrebatan, pero que de este lado no dejaremos de dignificar y defender».
Javiera formó parte de la Agrupación Ecológica el Duranzo y tuvo participación activa en la resistencia a la construcción del embalse La Tranca, durante los años 2016 al 2018, así mismo activó contra la instalación de la Termoeléctrica Prime, durante el 2016. La investigación del femicidio quedó a cargo de la PDI y ya existen dos sospechosos detenidos.-