Newentuleymün Sayen egu Lorenza

El 14 de Octubre del 2016 en Concepción la defensora lavkenche Lorenza Cayuhan,  fué obligada a parir engrillada a su hija Sayen.

Desde La Zarzamora celebramos con alegría su nacimiento y contra el olvido hacemos memoria de su existencia.

Sayen significa Mujer de gran corazón.

«Desde un principio… «

Christian Pino, Andrea Concha y Cristina Segundo son los nombres de los tres gendarmes involucrados como únicos responsables de la tortura que vivió lorenza Cayuhan, madre de Sayen, cuando debió ser trasladada desde Arauco con altas medidas de seguridad y luego permanecer con grilletes en una sala de la prestigiosa Clínica de La Mujer en la Ciudad de Concepción mientras se le realizaba una cesárea de alto riesgo producto de una preeclampsia desatendida por gendarmería de la cárcel de Arauco.

Chistian Pino, tras 16 sesiones de juicio en el juzgado de garantía local de Concepción, resultó absuelto de todo cargo, mientras las gendarmes Andrea Concha y Cristina Segundo decidieron declararse culpables durante el segundo juicio abreviado en Septiembre, tras la anulación del primer juicio que resolvió la inocencia absoluta de los tres imputados en Mayo del presente año.  La resolución del juzgado finalmente concluyó la pena de un año de suspensión de sus funciones y una multa de 2 UTM para cada una.

Lorenza Cayuhan, quien antes fue dirigente de su comunidad, siempre lo supo; en entrevista con compañeras de la red de comunicadoras feministas lo había expresado:

“Yo creo que no va a haber justicia, osea no hubo, no va a haber, no habrá, lo hemos sabido desde un principio, nosotros como mapuche siempre somos mirados como debajo de ellos, de hecho lo he dicho en varias entrevistas que siempre ellos se van a defender entre ellos” …“creo que va a ser mínimo lo que ellos van a obtener, y para mi va a quedar siempre, ellos hacen su trabajo, hacen su vida normal, en cambio para mi va quedar algo marcado y que no se va a poder olvidar, porque yo fui la que viví todo el proceso”

Lorenza Cayuhan.

Lorenza tenía cuatro meses de embarazo cuando fué condenada a la cárcel, luego de que la familia Cayuhan decidiera recuperar el territorio lavkenche que históricamente perteneció a sus antepasados y permanecía hasta entonces usurpado por la forestal Arauco, principal responsable del daño y empobrecimiento de las tierras y comunidades aledañas.

Mawidanche en mapudungun significa “gente de la montaña” .

De camino a Mawidanche es posible ver el mar y justo en medio de la montaña, entre los pinos que la parasitan, está la comunidad donde Sayen y su gente viven en la tranquilidad que carabineros les permiten, ya que cada tanto se dejan ver por el camino de ripio con sus tanquetas de guerra o entorpeciendo la vista al cielo con sus helicópteros.

“Cuándo los niños ven a los carabineros se asustan”

ha dicho Lorenza, porque cuando allanaron Mawidanche, mientras dormían, entraron 200 efectivos del GOPE armados y dando vuelta todo a su paso.

Para que nunca más, ninguna otra mujer, ninguna otra niña.

El caso de Sayen dió la vuelta al mundo y luego de seis meses de reclusión en la clínica de la mujer de Concepción, junto a su madre, debieron ser trasladadas nuevamente al mismo recinto penitenciario de Arauco, donde el embarazo de alto riesgo había sido ignorado por gendarmería.

Así, desatendiendo el deseo y la necesidad de Lorenza, como mujer mapuche privada de Libertad, fué ignorado el Convenio 169 de la OIT que habla del cumplimiento de penas y sanciones diferentes o alternativas para personas de Pueblos Indígenas. Lorenza, lejos de su montaña lavkenche y de la alternativa de un parto tradicional mapuche, con su pequeña en los brazos, en vez de acceder algún centro semicerrado de educación y trabajo debió «volver a sus torturadores». como alguna vez señaló su hermano José.

Sucede que en Chile, además del racismo y el casi nulo reconocimiento a los derechos de los pueblos originarios, no existen las condiciones mínimas de resguardo para las mujeres que asumen la maternidad tras las rejas ni menos para los hijos e hijas de éstas, quienes al cumplir los dos años de edad deben ser separados de sus madres. Este fué uno de los tantos riesgos que corría Sayen en la cárcel.

“En la cárcel no hay controles como corresponde, ni para uno ni para los niños» ha dicho Lorenza, «Va una enfermera las revisan y se van, no sé de a donde vienen, porque de Sayen no existe ningún registro. Sayen es prematura  y no tiene ni un control como niña prematura. Ella debió haber tenido controles cada dos meses, no como los otros niños que es cada seis. A mí nunca me informó la enfermera que tenía que ser así.»

Lorenza Cayuhan

Con foco en la garantía plena del interés superior del niño y la niña declarado en la Convención Internacional de sus Derechos, diversas organizaciones de la sociedad civil, plantearon ante el senado el proyecto de «Ley Sayen» iniciativa que busca establecer que las mujeres embarazadas o con hijos e hijas de hasta tres años puedan cumplir sus condenas con medidas no privativas de libertad o con arresto domiciliario, priorizando el derecho de los niños y niñas crecer libres.

Mientras avanzan las leyes para los pueblos, para las mujeres y para la niñez, como siempre, más lento que un caracol, seguiremos tejiendo como arañas redes y más redes de amor rebelde y solidario, para que jueguen libres todas las niñas de gran corazón.

Feliz cumpleaños Sayen!!!!

21.01.19 Audiencia Lorenza Cayuhuan Fotograf’as: Nicole Kramm

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