Por: Coordinadora 18 de Octubre
Desde el día 22 de marzo un grupo de pres@s polític@s anarquistas, subversiv@s y de la revuelta, iniciaron una huelga de hambre demandando el fin del Decreto Ley 321, que transforma en un “beneficio” muy difícil de acceder, el antiguo derecho de la “libertad condicional”, y exigiendo además la libertad de Marcelo Villarroel, quien ha pasado 25 años en varias prisiones. En torno a esta nueva movilización llevada adelante desde el interior de las cárceles de la democracia, conversamos con la vocería de l@s compañer@s.
¿Cuáles son las características en común que poseen l@s compañer@s que están llevando adelante la huelga de hambre dentro de las cárceles?
La Prisión Política en Chile es un reflejo del contexto y composición de las distintas expresiones de las agudas y diferentes luchas sociales que se desenvuelven en el territorio nacional; por eso es posible encontrar posicionamientos particulares de quienes adscriben a miradas y análisis de la amplia franja negra que expresa el anarquismo; pero tod@s teniendo como común denominador el rechazo absoluto y combativo al régimen político burgués, capitalista, explotador, depredador, represivo y siempre funcional y servicial a los intereses de ricos y explotadores. Así, dentro de la Prisión Política, hay muchísimas personas detenidas en el contexto de la enorme revuelta social desatada en el país a partir de octubre de 2019, hay presos subversivos, autónomos, anarquistas, varios de ellos cumpliendo largas condenas posicionados desde un real estado de guerra social contra el sistema imperante, sus sostenedores y falsos críticos, contra lo establecido y toda autoridad.
¿Qué consecuencias tienen para l@s pres@s que optan a la libertad condicional las modificaciones contenidas en el Decreto Ley 321?
Tiene varias y nefastas consecuencias, empezando porque es la única ley retroactiva en Chile (y sin duda en muchos países), o sea, sus efectos y vigencia afecta a cualquier preso sin importar si sus condenas fueron dictadas años e incluso décadas antes de su promulgación. La eliminación del artículo 1 de dicha ley sustituido por el actual artículo 9 significa un endurecimiento sin precedentes de los requisitos para optar a la libertad condicional, la que dejó de ser un derecho de l@s pres@s para convertirse en un beneficio. Se aumentó considerablemente la proporción de cumplimiento de una pena para poder optar a este hoy beneficio, así, si antiguamente se exigía la mitad del cumplimiento de una condena, hoy se exige 2/3. Además, cambió el sistema que otorgaba las libertades condicionales, antes colegiado entre gendarmería, jueces y policías, hoy su otorgamiento depende exclusivamente de una institución nefasta, fascista, aniquiladora y torturadora como lo es gendarmería.
¿Cómo afecta todo esto en particular al preso político Marcelo Villarroel Sepúlveda?
A Marcelo Villarroel lo afecta particularmente. Él lleva un total de 25 años encarcelado en 3 períodos. Actualmente se encuentra condenado a 14 años por una expropiación bancaria, con los actuales más de 11 años transcurridos tras las rejas debería estar fuera de ellas, pero debido a una condena impuesta hace más de 25 años por la putrefacta justicia militar se encuentra a largas décadas de poder acceder a la libertad condicional.
Él es el único Prisionero Político en el país condenado por fiscalías militares, aunque se supone que desde hace años ningún civil puede ser juzgado por ese engendro de justicia; sus condenas que suman 40 años se retrotraen al contexto de su militancia en el Mapu Lautaro, organización guerrillera que desde la dictadura de Pinochet combatió con armas en la mano al sistema capitalista en versión fascista y neoliberal y a su continuidad “democrática” luego de marzo de 1990. Hoy el órgano jurisdiccional que vela por el cumplimiento de las penas – gendarmería- ha determinado que Marcelo le “debe” a los tribunales militares más de 25 años de condena, por lo tanto, luego se cumplir su pena por el “caso security” debe recién comenzar a cumplir los años que supuestamente le faltan.
¿Hasta el momento cuál ha sido la respuesta de gendarmería y el Estado frente a la demanda de la movilización?
La respuesta de gendarmería ha sido la habitual en estos casos, o sea, amenazas, amedrentamientos, imposición de sanciones y castigos que buscan aislar a nuestr@s compañer@s del entorno social y familiar solidario y cómplice. El Estado, particularmente a través de su sistema judicial ha citado a l@s compañer@s a audiencias donde los ha conminado a deponer su actitud, pues supuestamente ésta sólo los perjudica y expone a sanciones; la respuesta ha sido clara y contundente: los motivos de la huelga son claros y legítimos, derogación del artículo 1 de la ley 321, vuelta al artículo 9 y libertad inmediata para Marcelo Villarroel.
¿Qué opinión tienen respecto al desarrollo actual de la lucha de clases en la región chilena? Tomando en consideración la revuelta, la represión generalizada, la pandemia, el proceso constituyente, etc.
A partir de octubre de 2019 claramente se produce un salto cualitativo y muy cuantitativo en el multiforme rostro de la revuelta, protesta y guerra social; no es que antes no existiera o no se hubiese expresado, incluso la continuidad histórica de las luchas sociales por igualdad, justicia y solidaridad entre humanos ha existido desde muy antiguo, lo que cambió al país, a las organizaciones y movimientos sociales en este territorio para siempre, fue la rebeldía, combatividad y efectividad de los ataques y acciones de autodefensa desarrollados por múltiples expresiones, organizadas o no, de la relación entre desadaptad@s, marginad@s, explotad@s y originari@s. Desde tiempos de la dictadura de Pinochet que no se veían los actuales niveles de conflictividad, su persistencia y continuidad; desde allí también es posible entender (aunque nunca olvidar y menos “perdonar”) los innumerables, masivos y despiadados embates de las fuerzas represivas. Realmente su sistema de dominación más que se tambaleó, conocieron la furia insurrecta de infinitas generaciones de rebeldes personificadas en un contexto histórico, el del Chile de hoy día, muy diferente al de sólo 2 años, ya embarcado en una ruta insurrecta sin retorno.
Por último, ¿Qué es lo más urgente que se requiere de los entornos que solidarizan con la lucha de l@s pres@s?
Lo más urgente es desarrollar múltiples acciones de apoyo y solidaridad, difundir amplia y cotidianamente estas legítimas demandas; sólo la imaginación es el límite, que cada cual ponga lo suyo, no hay aportes mejores o peores, la solidaridad de clase, el apoyo mutuo el combate a lo establecido, son nuestros horizontes.-