Por La Zarzamora
Este sábado 21 de Marzo, el INDH de la región del Bío Bío, presentó una querella criminal en el Juzgado de Garantía de Coronel, contra todos quienes resulten responsables como autores, cómplices o encubridores del delito de torturas, contra los aprensores de Monserrat P. joven lesbiana quien junto a Pricila P. se encontraba registrando una detención arbitraria el pasado 12 de Marzo en dicha ciudad.
Las violentas agresiones de caracter político sexual que Monserrat recibió tanto en la vía pública como dentro del carro y comisaría policial, fueron ejecutadas por parte de mujeres y hombres de Fuerzas Especiales, de las comunas de Coronel y Concepción, y tuvieron como motor el lesboodio.
Los hechos
El día 11 de Marzo estuvo marcado por grandes movilizaciones estudiantiles que se llevaron a cabo en todo el territorio, y Coronel, no fue la excepción.
Llegada la noche, Monserrat y Pricila desciden ir a dar una vuelta, ambas tenían conocimiento de que habían protestas, sin embargo debido a la hora supusieron que estas ya habrían terminado.
Al llegar al sector del cristo, cerca del cesfam, observan gran cantidad de contingente policial que se encontraba rodeando a un grupo de «señoras, niños y unos adolecentes», ante esto deciden acercarse y conversar con las personas.
Pricila comenzó a grabar con su celular, como siempre lo hace, pero este hecho alteró a un funcionario de fuerzas especiales, quién comienza a hostigarla y seguirla mientras ella registraba.
Después de eso nos sentamos y de repente de la nada se comienzan a llevar detenido a un loco. Les dije porque se lo estan llevando y una paca me contesta insultandome al igual que otro paco. Entonces me acerco para grabar a la paca que me insultó y viene otra que me pega una patada en la vagina»
Pricila P.
En ese momento el grupo de represores rodea a Pricila y comienza a ser golpeada, quedando en medio de un círculo de puñetazos, lumazos y patadas, posteriormente resulta con un dedo fracturado.
Monserrat al observar que golpeaban a Pricila, trata de interponerse para liberarla de la golpiza, logrando que saliera hacia un lado, pero un represor que la ve y le lanza gas pimienta en la boca y ojos, lo que la deja casi sin visión. Cuando pudo ver nuevamente, Pricilla observa que Monserrat está en el suelo con la boca y nariz tapada por un FFEE.
Monserrat lo recuerda de la siguiente manera:
Cuando empezó la detención del chico, nosotras estabamos sentadas, preguntamos porque se lo llevaban, porque no estaba haciendo nada. Luego de eso, veo que estan pegándole a Pricila, yo me metí a sacarla y le dije a una paca «oye hermana si somos mujeres! Ella no respondió nada. Derrepente no me dí cuenta cómo, pero tenía a todo el choclón de pacos pegándome en la cabeza, en el cuerpo y me tenían contra el carro blindado que tienen.
Monserrat P.
Monserrat es subida al carro, en donde nuevamente es golpeada. Este se encontraba totalmente oscuro, lo que aumentaba la desesperación y el miedo. Mientras la ingresaban al carro le metieron los dedos en los ojos, la asfixiaron, recibió insultos lesboódicos y golpes en la cabeza. Luego, un «paco alto» es el que da comienzo a las agresiones dentro del carro policial.
Él me tira al suelo y me empieza a afixiar a ahorcar con ambas manos, aún me duele el cuello para girarlo hacia ambos lados. En un momento lo único que sentí era que me iba a morir, porque ya no me entraba aire y no podía hacer nada»
Monserrat P.
Luego de esto, el mismo cobarde represor la toma del pelo e intenta estrellarla contra el carro policial. Monserrat aún no puede recordar si
finalmente recibió o no tal brutal golpe, ella piensa que se desvaneció en ese momento.
La volvieron a sentar dentro del carro, y esta vez dos funcionarias la volvieron a golpear, ellas y el conductor hicieron caso omiso a las peticiones de ayuda de Monserrat, quien constantemente insistía en mencionar su ASMA CRÓNICA y ansiedad.
Cuando el carro anduvo, Monserrat pedía con desesperación que le llevaran a un centro asistencial, le faltaba la respiración. Sin embargo la respuesta fue una serie de insultos lesboódicos. Su lesbianismo visible era motivo de odio para los pacos.
«Y qué, si esta es lesbiana«
Los insultos que recibió Monserrat por ser lesbiana visible, agravaban su crisis asmática, por lo que sólo se enfocó a pedir que le pasaran un inhalador.
Lejos de obtener ayuda, las agresiones continuaron para luego ser cobardemente amenazada con «ser tirada al río»
Cuando llegaron al centro asistencial, de inmediato fue nuevamente amenazada, esta vez para que no denunciara los golpes en el hospital, si lo hacía, le dejaron dicho: «te vamos a sacar la conchetumare adentro»
Monserrat pidó ayuda a un funcionario del hospital, con solo el movimiento de sus labios, pero la paca que la custodiaba se dió cuenta y se volvió a gritarle: «que wea estay hablando mierda»
La otra paca presente se acercó a secarle la sangre, pero su verdadera intención era amenazarla nuevamente: «pobre de vo que digai que te pegamo, sino te va a ir feo, no hagai tierra y te voy a dejar que salgai antes», le dijo la represora. En eso llegó el médico.
El médico me preguntó si tenÍa lesiones y yo dije que no sabía, porque estaba con ella al lado. El médico puso sin lesiones, frente a mí con la nariz sangrante y mi rostro hinchado de golpes. Tampoco quiso inhalarme»
Monserrat P.
Llegando a la comisaría le vuelven a repetir que «no haga tierra», es ahí donde Monserrat tiene que soportar un último vejamen, luego de todos los golpes e insultos. En la comísaría dos pacas la llevan a una
pieza sin cámaras y le exigen que se desnude. La obligaron primero a levantarse la polera, luego a hacer sentadillas desnuda:
Le tuve que mostrar los pechos, tuve que sacudirme los pechos, después me dijo ¡ya bájate los pantalones! Me bajé los pantalones y me pidió que me bajara los calzones. Yo andaba con boxer y me quedó mirando con cara de se que no es un calzón, y me dijo: ya haceme 3 sentadillas! Pórtate bien y no hagai tierra porque sino esta se te va a devolver peor».
Monserrat P.
Finalmente antes de ser liberada, Monserrat fue obligada a firmar dos documentos donde aparecen su dirección y las de otros familiares. Su constatación de lesiones nunca le fue entregada.
Las Reacciones
La noticia de las torturas recibidas por Monserrat y Pricila, comenzó a circular por la red de organizaciones feministas y LGTBIQ. De esta manera 2 agrupaciones se acercan a denunciar la situación al el INDH de Concepción.
Luego de 10 días desde que Monserrat y Pricila resistierona este brutal episodio de brutalidad policial y terrorismo de estado, finalmente este sábado el INDH interpone una querella por torturas en conjunto con la exigencia de medidas de protección para ambas.
El apañe ha sido poco, ante el nivel de violencia institucional que representa este caso.
Hacemos un llamado a todas las redes de lesbianas feministas, a las redes y articulaciones feministas, a las organizaciones y colectivas transfeministas y de disidencias, a solidarizar con Monserrat y Pricila, que han visiblizado su caso en plena emergencia por el COVID-19.