APUNTES SOBRE LA PRISIÓN DE COMPAÑERXS ANARQUISTAS EN LAS CÁRCELES CHILENAS

Por: La Zarzamora/ En el marco de la semana de agitación internacional por lxs presxs anarquistas

Las lógicas carcelarias avanzan en nuestras narices, el control «exterior», planificado por el poder político-económico, justificado por la prensa hegemónica y aceptado por la adiestrada ciudadanía, se complementa con el control intracarcelario, en donde se expresa en toda su intensidad. Así, producto de este avance, nuestrxs compañerxs enfrentan una constante agudización de los métodos de aislamiento, propios de este contexto represivo.

En el caso del territorio dominado por $hile, el encierro sobre el encierro ya es habitual y normalizado, incluso por nosotrxs. El aislamiento parece no perturbar a nadie, e incluso que existan condenas de un organismo militar como la fiscalía militar (negada por el poder), es aceptado en cómodo silencio.

Bajo este contexto, existen cuestiones prioritarias dentro de la situación carcelaria de nuestrxs compañerxs que no pueden esperar más:

1) Lograr la salida a la kalle del compañero Marcelo Villarroel, quien debiera estar ya en las calles, según la misma legalidad del poder.

2) Posicionarnos y actuar contra el endurecimiento de los regímenes de aislamiento.

En cuanto al primer punto, es primordial no perder la fuerza y solidarizar con la campaña permanente que exige la salida a la kalle de Marcelo Villarroel. Permitir o acostumbrarnos a que se nos someta a una «legalidad» militar, sostenida en vacíos de la legalidad civil, rígida para nosotrxs pero flexible para ellxs (que cambia, se adecúa y se manipula según sus intereses), hace flaco favor a compañeros que han entregado su vida a la lucha contra el dominio. Como mínimo debemos concordar en que es aberrante aceptar en la pasividad, la aplicación de condenas emitidas por los milicos a estas alturas.

En cuanto al segundo punto, relacionado a la agudización del control y aislamiento carcelario, podemos identificar una serie de situaciones que atacan concretamente a nuestrxs compañerxs en prisión.

Una de ellas es que Gendarmería cuenta con todas las herramientas para sostener el encierro de nuestrxs compañerxs (y de todxs lxs presxs), alargando este con castigos y malas calificaciones, que impiden constantemente la postulación y obtención de los ahora llamados «beneficios» carcelarios, que les permitan tocar las calles.

De igual manera, el informe psicosocial que emana de la misma putrefacta institución, se ha vuelto un obstáculo rotundo para lxs compañerxs que ya podrían optar a beneficios. Estos informes son parciales e influidos por el poder político-judicial, siendo siempre negativos y por ende perjudiciales para nuestrxs compañerxs.

Las cadenas perpetuas encubiertas en condenas intolerablemente excesivas (ejemplo: 90 años) van más allá incluso de los años de vida promedio de cualquier ser humanx, que comienza su encierro sin ser un bebé. Esto asegura la extirpación social de por vida de nuestrxs compañerxs, el retiro de los individuxs que representan un peligro para el sometimiento generalizado que el poder busca incansablemente.

A aquello podemos agregar una serie de modificaciones intra cárcel, que tienen por objeto agravar el encierro, castigar sobre y dentro de este, aislamientos severos que tienen por objeto desvincular afectiva y socialmente a lxs compañerxs.

De esta manera, las limitaciones en el número de visitas (que hoy son solo 10 por persona), las constantes restricciones para el ingreso (algunas se le ocurren al o la pacx de turno en el momento), las restricciones para las encomiendas (que cambian constantemente), son algunas de las problemáticas continuas para las redes de apoyo y para lxs compas en prisión. A sumemosle los cotidianos tratos humillantes, esperas excesivas, robo del tiempo de visita, entre otras situaciones que ya son conocidas por familiares, amigxs y todxs quienes transitan por la cárcel.

Estamos hablando de un contexto preocupante, por decirlo menos.

La intensión de hablar de estas situaciones particulares, no busca caer en reformismos, ni olvidar que la cárcel es una mega estructura que supera los muros de las prisiones, sino que busca levantar la pregunta del qué hacemos como anticarcelarixs para evitar que el encierro sea aún más severo, impedir la jaula dentro de la jaula, el aislamiento dentro del aislamiento, impedir que carceleros, jueces, políticos y defensores del orden, logren el cometido de castigar terriblemente a lxs nuestrxs.

La implementación de un régimen de 21 horas de encierro, como fue el que se le aplicó por casi 5 años al compañero anarquista Francisco Solar, así como también el de 23 hrs de encierro aplicado a otrxs presxs de la causa por la liberación mapuche, la restricción en el ingreso de material contrainformativo y literatura política, las condenas extensas, los intentos constantes por la desvinculación social de lxs compañerxs (en secciones de alta seguridad), así como las medidas de las cárceles dirigidas al «crimen organizado» (con locutorios, uso de uniformes, etc.) son hechos que dejan en evidencia la materialización del régimen «41 bis» en $hile o al menos algo muy similar a este.

En términos generales, los regímenes de aislamiento se han internacionalizado, los represores comparten y expanden estrategias, realizan reuniones y viajes, en donde actualizan sus miserias carcelarias, planificando su puesta en marcha a nivel mundial. Es así como la severidad de los aislamientos se copia y se implementa, de país a país, de represor a represor, de policía a policía, de cárcel a cárcel.

El 41 bis italiano, régimen de aislamiento que se le es impuesto al compañero anarquista Alfredo Cóspito y que causó tanta sensación en la politiquería partidista chilena, en la prensa hegemónica y en los líderes carceleros, ha sido incorporado paso a paso mediante las regulaciones internas de las cárceles, no necesitando siquiera modificaciones al marco legal, ya listo para este propósito.

Los regímenes más severos de aislamiento sensorial y social, van tomándose todas las cárceles del mundo, teniendo efecto concreto en las vidas de nuestrxs compañerxs, dignxs enemigxs del poder.

En esta semana de agitación internacional por lxs prisionerxs anarquistas y antiautoritarixs, hacemos un llamado a la solidaridad activa, a la agitación permanente, al acompañamiento y a no permitir retroceso en los mínimos ganados a costa de movilizaciones y huelgas de decenas de compañerxs.

Por la multiformidad de la lucha contra la cárcel y la sociedad que la sustenta, no olvidemos la confrontación dentro y fuera de los muros.

Por la destrucción del poder, de las cárceles, de su sistema de justicia, de sus carcelerxs y de toda dominación.

A romper el aislamiento con acciones.

A sacar a nuestrxs compañerxs de las prisiones.

¡Presxs anarquistas, subversivxs, antiautoritarixs, antiespecistas y mapuche a la kalle ahora!

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