Por La Zarzamora
Miles de mujeres trabajadoras, mujeres mapuche, lesbianas, trans y no binaries marcharon por el centro de Concepción este lunes 25 de noviembre, marcado por la represión política y crisis del patriarcado capitalista en Abya Yala.
El 25 de noviembre de 1960, en República Dominicana, fueron asesinadas por la dictadura de Rafael Trujillo, las hermanas Patricia, María Teresa y Minerva Mirabal, quienes luchaban contra la tiranía del dictador. En homenaje a ellas, las mujeres y disidencias de Abya Yala se manifiestan desde 1981, estableciendo el 25 de noviembre como el día Internacional contra la violencia hacia la mujer.
En este marco diversas colectivas y organizaciones feministas marcharon en Concepción y en distintos territorios de la región chilena, esta vez denunciando la actual violencia política y sexual que han sufrido mujeres y disidencias por parte de los aparatos de control social del Estado, amparados bajo la impunidad de la «dictadura Piñerista».
Recordemos que según cifras del INDH, hasta principios de este mes se registraron al menos 19 querellas por violencia sexual, dentro de las cuales se encuentran tocamientos, desnudamientos, amenazas y dos violaciones.
Así mismo se han podido registrar hasta el momento al rededor de 700 detenciones de mujeres, expuestas a los vejámenes antes mencionados, todo esto ante la indiferencia y complicidad de la institucionalidad «del género», encabezada por la actual ministra del SERNAMEG Isabel Plá.
Ante la represión política y la violencia cotidiana que nuestras corporalidades enfrentan a diario, la marcha de este año, remueve nuestros sentires, nuestros sueños y nuestras rabias, ya que nuevamente la historia patriarcal con sus políticas y orgánicas nefastas utilizan nuestro cuerpo como botín de guerra.
Es así, como en Concepción el movimiento feminista alzó la voz por Daniela Carrasco, la mimo, por los desnudamientos forzados por FFEE (incluido el de días atrás en plena vía publica), los vejámenes politico sexuales, mutilaciones y asesinatos del último mes.
Dentro del recorrido también se hicieron presentes familiares y amigxs de la masivamente querida y recordada Dorito, quienes continúan en su lucha contra la justicia patriarcal, que ha buscado incansablemente dejar en la impunidad al femicida Guillermo Atenas, hoy condenado bajo el cargo de homicidio simple, debido a que el hecho no fue considerado como femicidio bajo el «descriterio» de la Corte Suprema.
También las expresiones artísticas estuvieron presentes, con bailes, cantos, intervenciones, batucadas y mucha música, todo esto trás el avance de las sahumadoras de Concepción quienes como todos los años abrían camino y protegían energéticamente nuestros pasos.
Durante el acto central, la Asamblea de Mujeres del Bío Bío, hizo énfasis en el rechazo al acuerdo de paz y nueva constitución, firmado a puertas cerradas por los partidos políticos, que cuentan con igual deslegitimación social que el gobierno, a quienes el feminismo autónomo ya lleva años denunciando.
Ningún acuerdo es posible con la brutal represión del Estado que ha asesinado, torturado, violado y mutilado a miles de personas en nuestro país en este mes de movilizaciones»
Asamblea Feminista Bío Bío
La aparición de algunas/es manifestantes con sus dorsos desnudos, nos invitaban a leernos como un territorio, manchado de sangre, marcado por la brutalidad y la violencia del poder y sus instituciones, de las cuales nos desenmarcamos a partir de la autonomía, con la fuerza de nuestra lucha por la liberación definitiva de los aparatos patriarcales de dominación social, económica y política.
Las mujeres mapuche también se hicieron presentes, levantando el lienzo de Macarena Valdés, asesinada bajo la complicidad del Estado de $hile por el sicariato de la multinacional RP GLOBAL. Ellas más que otras, saben lo que es la represión militarizada, hecho que les ha llevado a enfrentar la dura persecusión y encarcelamiento que sufre todo el pueblo mapuche, por su lucha contra la usurpación territorial de forestales, colonos y transnacionales.
El repudio al sistema patriarcal sustentado por el capitalismo, ha sido durante años una denuncia que el feminismo ha hecho visible. Nuestros deseos de derrumbar este orden de opresión hacia mujeres, lesbianas, disidencias, animales y la naturaleza, se hacen realidad ante el fracaso del patriarcado capitalista, ante la necesidad de la horizontalidad organizativa y de recuperar nuestros cuerpos y vidas.
Hoy nuevamente como las hermanas Mirabal estamos frente a un tirano, un tirano que estratégicamente trata de apasiguar una RABIA ANCESTRAL, una rabia indómita que desconoce porque sus privilegios y el de toda la oligarquía son el origen de esta.
Que esta rabia y el amor de nuestra historia, nos lleven hacia la liberación total del regimen patriarcal, hacia la liberación absoluta de toda opresión. Seguiremos bailando sobre sus ruinas.