Por: La Zarzamora.
Durante esta jornada, la Fiscalía del Biobío confirmó que el cuerpo de mujer encontrado camino a Lirquén, corresponde al de Renatta Rozas, la joven que desde hace 25 días se encontraba desaparecida en Penco, esto tras semanas de movilizaciones organizadas por su familia, quienes denunciaron lentitud de las diligencias institucionales para encontrarla, así como también la indiferencia con la que actuó el poder judicial profundamente patriarcal.
Luego de 25 días de búsqueda y de esperar más de 5 días la tramitación de un examen de adn por parte del SML, hoy podemos confirmar el terrible femicidio de Renatta. Las últimas movilizaciones dejaban en evidencia la desesperanza de su familia y amistades ante un poder judicial inerte, absolutamente desconectado de la urgencia que amerita la desaparición de una mujer en una estructura social, política y económica basada en el patriarcado.
La frialdad tenebrosa de los poderes del estado, dejó una vez más en evidencia la cadena de negligencias inducidas por un sistema, que solo moviliza recursos cuando la oligarquía dueña de este país ve amenazados sus privilegios. Para la justicia patriarcal, nuestras vidas valen menos que un galpón de madera y menos que una plantación de pinos.
Hoy nuevamente el patriarcado utiliza la fragmentación de nuestros cuerpos para borrar nuestra existencia. Dijimos nunca más y sin embargo pasó otra vez. Nos preguntamos entonces, cuando cada año visibilizamos el significado de la terrible pérdida de Isidora González (Dorito), si el femicida de Renatta habrá escuchado alguna vez nuestras amenazas, nuestro odio, nuestros gritos al perder a nuestras hermanas. Talvez no, o tal vez no fue suficiente, lo concreto es que este femicida al igual que los demás no tuvo temor, y nuevamente utilizó la expresión más terrible del patriarcado (el femicidio), la posterior fragmentación y consiguiente desaparición de una de nosotras.
Luego de la efervescencia feminista, de apoco las calles fueron quedando vacías de ese feminismo furioso y las instituciones del estado comenzaron a ser alimentadas por decenas de mujeres que hablaban de empoderamiento, igualdad y género. Y así reforma legal, más reforma legal, la realidad continua su cauce, porque el paradigma patriarcal maneja todo y absolutamente toda esta estructura social.
Por el mismo motivo, el paco que recibe un llamado de denuncia contra un agresor con orden de alejamiento, no llega, se demora, se burla o minimiza la situación, así también un fiscal considera que la desaparición de una joven de 20 años no es causal de busqueda urgente o un ministro de la Corte Suprema determina que un hombre heterosexual que asesina, fragmenta y trata de desaparecer a una mujer, no cometió femicidio. Es una cadena de aberraciones, protagonizadas por los máximos exponentes del patriarcado estructural materializado en el Estado.
Si no hay solución quemaremos Concepción
Así comienza el grito que años va acompañando cada protesta antipatriarcal. Eso hace 7, 6, 5, 4, 3, 2 años atrás. ¿Cuando nos damos por entradas y enterades que solución no hubo? ¿Lo sabíamos, lo sabemos? ¿cuántas veces nos acompañará la misma frustración? Son preguntas que solo nosotras y nosotres podremos responder.
Lo cierto es que hoy tenemos a otra familia que acompañar, que tenemos otro nombre que gritar, otro femicida que encontrar y que el esperar que la «solución» provenga de «las autoridades» es solo un placebo que explota en nuestras caras cuando volvemos a la realidad.
Enviamos fuerza a las primas y familia de Renatta, les acompañamos en su dolor.
Organización, autodefensa, vendeta.
Renatta Rozas presente!
Isidora González presente!
Los femicidas arderán…
