Por: La Zarzamora
La dictadura impuesta por el congreso de peruano y encabezada por Dina Boluarte, volvió a arremeter violentamente contra manifestantes, esta vez asesinando a 18 personas en la ciudad de Juliaca, próxima a Puno, al sur de Perú.
Este lunes 9 de enero, las fuerzas represivas de la dictadura atacaron a manifestantes que protestaban en el aeropuerto de Inca Manco Capac, en Juliaca exigiendo la renuncia de Boluarte y el cierre del congreso. Las personas fueron atacadas con armas letales, helicópteros y gases lacrimógenos, dejando más de 18 muertes y alrededor de 38 personas heridas que fueron trasladadas al hospital Carlos Monge Medriano.
En declaraciones a las afueras del hospital el médico Enrique Sotomayor denunció el uso por parte de las fuerzas represivas, de balas expansivas que se extienden al ingresar al cuerpo, impidiendo que el proyectil pueda salir, generando terribles daños en las personas heridas y fallecidas. De igual manera el personal de salud que atendió a las personas heridas en las calles, fue violentamente reprimido para obstruir la urgente atención médica que necesitaban las personas heridas.
El estado de excepción que mantiene la dictadura de Boluarte ya ha cobrado aproximadamente 45 vidas, y ha dejado decenas de heridos desde su imposición. Sin embargo esto no ha impedido el descaro de la prensa y de la propia dictadora quien continúa negando las masacres públicamente y desestimando burlescamente, la lucha de la población en las calles.
Durante la jornada de protestas, también se reportó el ajusticiamiento de un policía, que ardió dentro de un vehículo de la represión.
La zona de Puno ya ha debido enfrentar otros ataques anteriores del poder, debido a su resistencia contra la industria minera que ha generado daños irreparables tanto en el río Ramis, como en todo el territorio circundante. Por esta resistencia el año 2011 fueron asesinadas 5 personas y heridas al menos 25 más.
La estrategia de defensa del privilegio de la burguesía, se repite al pie de la letra en cada rincón de Abya Yala, la imposición de estados de excepción, la ocupación militar de los territorios, el asesinato, las torturas y la prisión política, son reflejo de que Chile sirvió nuevamente como escenario de experimentación, para establecer los parametros de la represión que busca mantener la dominación a través de los estados colonialistas.
Así mismo, las manipulaciones de los partidos repiten sus estrategias de institucionalizar las luchas, llevándolas a vías reformistas que conducirán al apaciguamiento de los levantamientos violentos y legítimos de los pueblos por su liberación.
La arremetida del fascismo en toda Abya Yala nos sitúa en un contexto de lucha generalizado y continuo, con desesperados y brutales esfuerzos de las oligarquías colonialistas para sostener el sistema del capital, basado en la usurpación y explotación de los territorios ancestrales.
Entendemos esta arremetida dictatorial como parte de un gran conflicto, lo cual nos sitúa en el contexto de la guerra social sin vuelta, hasta lograr la verdadera liberación de la dominación colonialista, capitalista y patriarcal.
Llamamos a solidarizar desde todos los territorios y de todas las formas posibles con nuestras hermanas y hermanes que resisten y accionan contra la dictadura de Boluarte en Perú.
