DÍA DEL VEGANISMO/DÍA DE TODXS LXS MUERTXS (PERO SOLO DE ALGUNXS)

Por: Editorial La Zarzamora

El 1⁰ de noviembre, es una fecha profundamente arraigada en la cultura de los pueblos ancestrales, este día según relatan las antiguas historias, se abren los portales del inframundo permitiendo el reencuentro entre vivxs y muertxs. Esto se entrecruza hoy con el Día del Veganismo ya a 28 años desde que Louis Wallis en Reino Unido instaurara esta fecha para visibilizar y activar contra la explotación y consumo de animales, obviamente desde su propio contexto/territorio.

Desde este sincretismo que habitamos, el encuentro con la muerte toma distintos y potentes significados. La muerte humana re conceptualizada bajo los términos de la evangelización, se comprende con sufrimiento y dolor, evadiendo toda lógica natural y cíclica. Las historias de Abya Yala marcadas por la invasión y luego por los genocidios y dictaduras del criollismo burgués hicieron también de la muerte una herida histórica, con cuerpos mutilados y otros desaparecidos en una ausencia que no permite siquiera la materialización de la misma. Sin embargo hay una muerte que parece no existir, una negada por parte de todos los sectores políticos, por todas las culturas y por todas las edades, la muerte continua y constante de miles de animales, que bajo el paradigma antropocentrista industrial se plantea insistentemente como «necesaria».

Difícil es entender desde el antiespecismo como la sociedad antropocentrista continúa negando lo innegable. Las comprensiones del problema se desdibujan en una serie de planteamientos mascotistas que hacen creer a muchos que disfrazando a un perro de humano están amando a los animales. ¿Realmente amas a los animales o amas tanto lo humano, que para querer a alguien debes comprenderlo como tal?

Y así mientras el último diseño de ropa de perro está en vitrina, vacas, cerdos, corderos y aves de todas las edades son aniquiladas en serie por la industria más cercana. Alguien tendría que explicar que diferencia considera que hay entre el dolor mío, el dolor de un perro, de una gata, de una gallina, alguien que pudiese mentir fuera de todo sentimiento y lógica.

Hace pocos meses personas que decían amar animales adulaban a un gato anunciado por la nefasta institución de carabineros de $hile como parte de esta. Enseguida cientos de «amantes de los animales» agradecían a la institución y al gato, lo encontraban novedoso, pintoresco, todo menos el gesto estúpido que es. Por supuesto aquel gato (como por naturaleza son), no obedecerá jamás la orden de un paco, pero de todas formas desde el especismo saludaban la falsa domesticación del gatito.

Poco les importa a aquellos aduladores cuando los caballos se quebran las patas en medio de protestas, intoxicados por químicos, o la utilización de perros para todo tipo de actos represivos, incluso en torturas. Eso no es tema, no se lee, no se cuestiona, no se considera explotación.

Y vamos sumando, hoy el veganismo no basta, si bien el no consumir animales ni productos derivados de su tortura es un boicot, la industria cárnica, de la ciencia y de la higiene continúan aniquilando vidas de animales no humanos diariamente. Los zoológicos continúan llenos de especies enajenadas de sus territorios y contextos, los laboratorios bioterios siguen abriendo cerebros, tajeando y aplicando sustancias a los ojos de perros, conejos, monos y ratas; los pacos siguen utilizando animales con fines represivos y las vacas siguen siendo separadas de sus hijxs para robar su leche. Por tanto el veganismo no es suficiente cuando no podemos evitar el «animalicidio», más bien se convierte en un consuelo individual que no logra acabar con el especismo.

Las últimas acciones directas contra centros de tortura y muerte animal, son criticadas por los medios hegemónicos y perseguidas como terrorismo. Y es lo que se espera cuando realmente hay una amenaza a uno de los bastiones del capital como lo es la industria de la muerte animal. Ya bien lo han dicho muchos grupos de la liberación animal en sus comunicados «nada es suficiente» cuando la máquina especista extermina a miles de animales por segundo.

«Sobre todo me arrepiento de mi moderación, porque independientemente del daño que causáramos a esos negocios, si esas granjas continúan abiertas, si tan sólo un animal fue dejado atrás, entonces es que no fue suficiente».

Peter Young del Frente de Liberación Animal (ALF) citado por Grupo de Respuesta Animal en comunicado de adjudicación de acción directa contra empresa distribuidora de cadáveres animales «Susaron» y sus camiones, Quilicura 18 de septiembre 2022.

La toma de la acción directa desde hace décadas se ha convertido en la única materialización de libertad concreta para nuestrxs hermanxs. Así perros, vacas, conejos, ratas, aves, corderos entre muchos otrxs han logrado nuevamente pisar la tierra, sentir el viento, ver la luz del sol, oler y ver la lluvia caer. Así también centros de exterminio animal han sido expulsados y se ha logrado su desaparición, gracias a la conjunción de tácticas como en LA LIBERACIÓN DE SAN ROQUE.

Este primero de noviembre hacemos presentes a las vidas no humanas que perecieron a manos de la especie más dañina que ha habitado esta tierra, asumimos la responsabilidad de no olvidarles y de mantener presente la reflexión y el debate para la acción, ya que ninguna liberación total será posible sin ellxs. También recordamos a quienes han perdido la vida en la lucha por la liberación animal y de la tierra.

En memoria de todxs lxs animales no humanxs asesinadxs y de quienes lucharon por su liberación: Jill Phipps, Barry Honey, Emilia Bau y tantxs otrxs…

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