Tesalónica, Grecia: Mauricio Morales y Kyriakos Xymitiris viven por siempre en la guerra social

Lienzo desplegado en Tesalónica, por el aniversario número 16 de la muerte del compañero Mauricio Morales en Chile.

Nadie nos salvará del desierto. Solo esta promesa a nosotros mismos cómo moriremos como enemigos un juramento de por vida. Mientras haya quienes se pierdan por los propósitos de aquello que otros dijeron que fue una causa nosotros también tenemos ignición. Para las conspiraciones que murieron al nacer para los desaparecidos para los capturados para los que no han olvidado el color del fuego.

En las primeras horas del 22 de mayo, 2019,en Chile, el compañero anarquista Mauricio Morales muere cuando intentaba instalar un dispositivo en la escuela de Gendarmería, el cual explotó en la mochila que llevaba. Era un compañero que dió su vida por la causa anarquista, difundia propaganda, apoyaba a activistas encarcelados y participó en todos los aspectos de la lucha.

Al medio día del 32 de octubre, el guerrero anarquista Kyriakos Xymitiris pierde la vida en la batalla por la liberación social y de clase cuando un disposistivo explosivo detonó en un departamento en la calle Arkadias en el área de Ampelokipi de Atenas.

Una explosión rompe el silencio de una vez por todas y nada vuelve a ser lo mismo. Nuestro compañero se ha ido y ahora una carga indescriptible recae sobre los que quedaron atrás. La carga de la responsabilidad de preservar su memoria, la carga del compromiso absoluto con ellos, que llevaremos en todas partes y para siempre.

Las similitudes prácticas de las muertes de nuestros compañeros son muchas, pero también bastante diferentes. La razón por la que perdieron la vida es porque tomaron partido en la guerra social, y eso es lo que vale la pena conservar: una posición militante en primera línea de resistencia, una posición de dignidad y ataque, una posición de absoluta convergencia de palabra y acción hasta el final.

Sus propias acciones, su esencia moral, su paso por los campos de batalla y el legado político que dejan, que hablan por sí solos y de nuestras propias bocas, marcan su paso por la historia. Ahora nos toca a nosotros desenterrar la semilla negra que dejaron nuestros camaradas muertos y plantarla en lo más profundo de nuestros corazones sin pensarlo dos veces.

Aun así, la llama en los ojos de nuestros camaradas nunca se ha extinguido; nos mantiene abrigadxs en cada paso de nuestra acción, ilumina el camino hacia la Rebelión, la Revolución y la Anarquía. Es nuestro deber histórico ser el combustible que alimente esta llama para que nunca se apague.

Compañeros, por vuestra memoria revolucionaria, por las luchas que han librado, por vuestras cuentas abiertas con los caníbales del poder, por cada sueño incumplido, estamos aquí para retomar el hilo de la resistencia.

Por una vida entregada a una tormenta de visiones…

Mauricio Morales
Kyriakos Ximitiris

Y todxs lxs que cayeron luchando contra el mundo podrido del poder
SIEMPRE PRESENTES

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