Llevamos más de dos semanas de protestas desde que estalló el descontento social en todo el territorio denominado Chile. Dos semanas de mucha intensidad y aprendizaje, de evadir el pasaje, de cacerolazos con las/os veninas/os, de cortes de calle, de barricadas, de marchar con miles de otras personas pidiendo una vida digna, gritando no más AFP, no al Tpp11, por una educación gratuita, de calidad y no sexista, por sueldos «decentes», para que no siga el extractivismo, y mucho más. Gritando por más de 30 años de injusticias y mentiras por parte de los diferentes gobiernos y el estado supuestamente «democrático», que en realidad ha sido la misma dictadura del fascista y asesino A. Pinochet, pero disfrazada de derechos que continúan siendo vulnerados constantemente por las fuerzas armadas y carabineros de Chile (mandamos por los mismos gobiernos de turno).
Nuestro descontento es enorme, tenemos rabia acumulada, y queremos que esta realidad cambie de una vez por todas, pero para que este cambio sea real y profundo, debemos estar conscientes de nuestras propias acciones y palabras, porque como sabemos, los grandes cambios empiezan por unx mismx, y es aquí donde quiero detenerme: los gritos contra lxs pacxs y milicos. Todxs sabemos lo despreciable que son estos seres, pero gritos como «los pacos tienen tetas y las pacas tienen tula»,»paco marikon», «paco maraco pelea sin guanaco», «milico culiao», «los pacos son perros del estado», «pacos chanchos», «hijo de puta», «hijo de perra», no es odio a la yuta, son GRITOS HOMOTRANSFÓBICOS, SEXISTAS Y ESPECISTAS, y hay que dejar de repetirlos, porque lxs trans, las marikas, las lesbianas, los fletos, lxs animales no humanos, las putas no merecemos ni queremos tal comparación horrenda.
Nosotrxs (las disidencias sexuales y de género, las mujeres y animales) estamos luchando contra un mismo sistema patriarcal-capitalista que nos arrebata la vida, que nos asesina. Estamos en la calle manifestándonos igual que el resto de la población, y es terriblemente violento escuchar a alguien que está siendo reprimido por los mismos seres asquerosos y que se dice «compañerx», gritar estas palabras. No es chistoso, no es agradable, no te hace más bacán. Es violento para muchas personas y animales. Lo mínimo que pedimos es respeto, porque a nosotrxs, que somos lxs marginadxs de la sociedad, el sistema nos violenta y afecta el doble, estamos en constante supervivencia, porque nos matan en la calle, en nuestras casas, en los colegios, en todas y cualquier parte. Porque existimos y resistimos a un sistema que nos quiere muertxs, que nos hace desaparecer al igual que a lxs animales.
Ahora hablemos del uso de caballos y yeguas por parte de carabineros. Estos animales, aparte de tener que estar llevando a humanxs despreciables en su espalda, reciben todo el gas de las lacrimógenas, golpes por parte de los funcionarios, pueden recibir piedrazos de manifestantes, y están siendo sometidos a una gran carga de estrés y maltrato al ser utilizados como armas de represión.
Por eso decímos: NO MÁS, no más gritos sexistas,no más gritos racistas, no más gritos homotrans-ódicos, no más gritos especistas, y NO MÁS USO DE ANIMALES PARA REPRIMIR AL PUEBLO, PORQUE LXS ANIMALES NO SON COSAS, NO SON ARMAS!
Para que esto cambie de verdad, cambia tus palabras, tus pensamientos. Apaga la tele. Autoedúcate y contrainformate.
Por Kasumi