Por: La Zarzamora / Fotografía original: Lesbofeministas Antirracistas Tierra y Territorio.
A eso de las 9 de la mañana del pasado domingo 3 de julio, fue detenida y agredida violentamente en su casa, la werken Ana Catrileo junto a su esposo e hijo, todos pertenecientes al lof Juan Kurrin, una de las pocas comunidades que resisten la expansión urbana de la ciudad de Temuco, ubicada en el sector de Pedro de Valdivia. Durante el brutal ataque la werken y su familia recibieron fuertes agresiones, sin importar a las fuerzas represivas ni siquiera la presencia de una pequeña niña que observó atónita el ataque.
La detención, según denuncia la werken Ana, se realizó sin presentar identificación ni orden alguna, lo que pone en tela de juicio la legalidad del allanamiento y posterior detención de ella, su hijo y su esposo. Así mismo, denuncia que no se les constató lesiones, ambas irregularidades por las cuales interpondrá acciones legales. Ella junto a los detenidos, fueron puestos en libertad el mismo día en la tarde, quedando en espera de una citación judicial.
En comunicación con La Zarzamora, la werken nos relata los violentos hechos:
«Mi casa fué reventada, mi hijo fue golpeado, muy golpeado, le duele mucho su cuerpo, su cabeza. Cuando lo sacaron de aquí lo siguieron golpeando, a escondidas de la gente. Lo sacaron de la casa a la rastra, le dieron patadas, rodillazos, nos rompieron un sillón que teníamos, nos rompieron la chapa de la puerta, ahora estoy con un cartoncito afirmando mi puerta y en la noche le pongo tranca para dormir tranquilos».
Werken Ana Catrileo
Luego de ser golpeada en su hogar junto a su familia, fue trasladada esposada a la octava comisaría de Temuco. Durante el trayecto siguió siento vulnerada, negándosele incluso ir al baño a orinar. «Tengo mucho dolor en mi muñeca, en mi cuerpo, nos arrastraron y a mi hijo igual lo arrastraron. Le duele todo su cuerpo y la cabeza porque lo estrellaron contra el cemento, y con las patadas que le dieron en la cabeza el esta muy adolorido».
La situación se habría provocado debido a un llamado efectuado por la iglesia evangélica instalada, sobre el menoko del lof Juan Kurrin, la cual pertenece a la «Coorporación Iglesia del Señor» liderada por el pastor Hipólito Colicheo. «Ese hombre se reía de mí cuando me arrastraban, se reía y se escondió dentro de la iglesia. Después que a nosotros nos hicieron todo eso, trajeron un montón de niños chicos y se instalaron ahí en la iglesia. No habían hecho misa, yo creo desde el estallido social. Nunca habían venido» agrega la werken.
Posteriormente, esta coorporación emitió una declaración pública sobre el hecho, evidenciando su relación con la cuestionada organización latifundista llamada Paz en la Araucanía, reconocida por diversos hechos de racismo y la tenencia de armamento de guerra. «Ellos sacaron una declaración, una tal kona, que dice que es la encargada de comunicaciones de la iglesia– explica la werken- Dijo que son de Paz Araucanía. Ellos tienen el movimiento Hernán Trizano ahí en la zona de Ercilla, han matado a muchos lamngen, han violado a lamngen, a los niños chicos los han golpeado. Ellos tienen un acuerdo, sacaron personas de las cárceles, pagaron porque ellos tienen mucha plata, igual que la Coorporación Iglesia del Señor de aquí de Tromenco. Como tienen harto dinero, tienen el poder de pagarle a sicarios, entonces el miedo que yo tengo ahora es que le peguen a mi hijo o a mi marido».
El año 2015 el lof Juan Kurrin comienza una larga lucha por la protección de su territorio ancestral, el cual contiene en sí un importante meñoko, lugar sagrado para el pueblo mapuche, desde donde brotan aguas limpias y lawen (plantas medicinales), fundamentales para la cultura mapuche, su desarrollo y supervivencia. Este meñoko fue declarado humedal urbano, el presente año gracias a su vital importancia en el ecosistema del lugar.
«El meñoko de la comunidad se encuentra sobre el título de merced. Está reconocido desde marzo de este año 2022. Esto viene de un proceso largo para que se reconozca y proteja el menoko. Todo está en el título de merced que es de 1881, el 233 parece que es el título de merced que esta en conadi, que eran 149 hectáreas de las cuales ahora tenemos sólo 2.100 m²»
Werken Ana Catrileo
Durante estos años de recuperación territorial ancestral, el lof ha sido constantemente amenazado por inmobiliarias, por la contaminación de la iglesia evangélica y la expansión de la ciudad de Temuco. Sin embargo uno de los hechos más violentos se vivió el año 2020, cuando el lof fue invadido y desalojado, quedando casi totalmente destruido por fuerzas especiales y maquinarias pesadas.
Hoy continúa siendo amenazado por esta iglesia evangélica abandonada, la cual fue instalada sobre el menoko, una práctica colonialista muy común en los procesos de evangelización, con los cuales se busca sincretizar las creencias ancestrales de los pueblos con las religiones occidentales, invadiendo e instalando símbolos y construcciones evangelizadoras, en los espacios ceremoniales sagrados para el ejercicio de la cosmovisión ancestral.
«El templo llegó con un compromiso de arriendo y como mi papá era bueno para el copete, hizo un compromiso por 140.000 pesos. Nosotros siempre estuvimos de acuerdo a que hicieran su culto, pero que nos devuelvan la casa que está encima del humedal. Esa casa esta podrida, no sirve de nada, pero al menos para reunirnos nos sirve, porque no tenemos sede. Son unas personas interesadas y avarientas, ahora me di cuenta, pensé que como eran cristianos iban a asumir otra forma, otra actitud hacia nosotros, pero ellos se tiraron con todo nomas»
Werken Ana Catrileo
En este menoko se practica la cosmovisión mapuche, se realizan diversas rogativas, en las cuales se le entrega ofrenda para que no deje de brotar la abundate agua. También es profundamente valorado por lawentuchefes y machi que van a buscar lawen (plantas medicinales) para desarrollar sus prácticas de sanación ancestral.
«El itxofil monguen le decimos nosotros, porque aquí estan los ñen, la sabiduría, la medicina, está el txofil ko, el agua sagrada que nace de un pozo. Incluso las Machi vienen a pedir txofil ko para poder hacer sus ceremonias, desde distintos lugares, porque ya casi no existe el agua de vertiente, como le dice comúnmente la gente no mapuche»
Werken Ana Catrileo
Gracias al agua que nace de este menoko, el lof Juan Kurrin ha podido generar su propio abastecimiento de alimento, contando con una gran variedad de hortalizas, árboles nativos y frutales, estos últimos incluso son reproducidos y posteriormente reforestados para ayudar a mantener el itxofil monguen.
«Con todo lo caro que está el alimento ahora nosotros tratamos de sobrevivir con nuestras propios alimentos naturales. Como hay harta aguita en invierno y verano siempre tenemos el agua limpia, ahora no tan limpia porque la coorporación del señor siempre nos está contaminado nuestros humedales(…)tenemos habas, tenemos arvejas, tenemos acelgas, tenemos porotos, sembramos el zapallo mapuche, el choclo Aymara, tenemos árboles frutales, la manzana, el albaricoque, la ciruela, durazno morado. Ellos siempre dicen mapuches borrachos cochinos, no siembra es flojo, ahí ven que el mapuche no espera a que le den»
Werken Ana Catrileo
Lamentablemente la construcción perteneciente a la Corporación Iglesia del Señor, no solo ocupa el espacio sagrado del menoko, sino que también genera preocupantes niveles de contaminación por la acumulación de basura y el colapso de baños cuando hay fuertes lluvias. «Hemos sacado toneladas de basura de estas personas. No tienen cultura, no tienen nada esta gente, eso es una falta de respeto para nuestro itxofil monguen, porque ahí están los ñen, las fuerzas, los newenes que les decimos nosotros entonces imagínese» manifiesta con preocupación la werken.
Ante el contexto de peligro en el que se encuentra tanto el menoko como las y los integrantes del lof, la werken hace un llamado a las organizaciones mapuche y no mapuche a «que puedan apañar, que ojala esto se pueda difundir para que no pase más. Decirle a la gente mapuche y no mapuche que nosotros, como gente de la ñuke Mapu, vamos a proteger nuestra Mapu, vamos a proteger nuestras aguas, que son nuestro itxofil monguen, porque es la fuente de pulmón verde que nosotros tenemos. Sabemos que no hay agua en el mundo y hay que cuidarla. Como dicen por ahí que la gente indígena va a salvar al mundo, nosotros pensamos que este pequeño territorio, que tiene casi media hectárea, tiene agua limpia y profunda y la idea es cuidarla» finaliza segura de sus palabras.-