Luego de que El MOP y la empresa italiana Astaldi, concluyeran su contrato por la construcción del Embalse Punilla, dejaron en estado de abandono a lxs animalitxs que habían secuestrado durante los violentos desalojos realizados en 2018.
Vecinxs cercanxs de las dependecias de la mencionada empresa italiana Astaldi en la zona de La Punilla, comuna de San Fabián de Alico, denunciaron durante la semana anterior el evidente estado de abandono que presentaban lxs animales secuestradxs por el Ministerio de Obras Públicas y Astaldi, durante los violentos desalojos realizados en octubre de 2018 por la construcción del Embalse Punilla. Desde ese momento lxs animales requisados quedaron en responsabilidad de dicha empresa, siendo sometides desde un principio a constantes maltratos y abandonos, falta de agua, comida y de espacio, hasta hace pocos días, cuando luego de casi 3 años, las 40 vacas que aún se encontraban encerradas en sus dependencias, volvieron con las antiguas familias con las que vivían.
Según los regístros del Equipo veterinario de la Clínica Integral de Chillán, que se han mantenido haciendo un seguimiento de estes animalites, murieron más de 200 gallinas y 6 ganzos a pocas semanas del desalojo por la falta de atención y cuidados, y durante todo este proceso han encontrado a les distintes animales en estado de desnutrición, con resfriós, diarrea, algunos con cataratas y demás afecciones, de lo que ni la empresa ni el MOP se hicieron responsables. Incluso en reiteradas ocasiones impidieron que las familias desalojadas, que criaban a dichos animalitxs, y los equipos veterinarios puedan visitarlos.
Recordamos que el Embalse Punilla es un megaproyecto extractivista que prentende inundar y destuir más de 1.700 hectáreas, de las cuales más de 1.200 son de bosque nativo, territorio ancestral alimentado por el rio ñuble, el río los Sauces, y miles de vertientes y esteros en los que habitan y se nutren distintas especies nativas, incluso algunas en peligro de extinción, como el huemúl.
Es un territorio declarado como Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO, por la diversidad de especies que existen en el denominado corredor Nevados de Chillán – Lagunas de Laja en la Provincia del Ñuble. Pese a esto, en el 2010, fue aprobada por el servicio de evaluación ambiental la construcción de dicho embalse, un proyecto multipropósito que según sus titulares «brindaría riego para más de 70.000 hectáreas de la región, generaría energía eléctrica y favorecería el turismo».
Desde su aprobación hasta el día de hoy, el proceso de construcción de este proyecto han sido puras negligencias y daños hacia el territorio y las comunidades que lo habitan, según lo que denuncian vecinxs afectadxs y organizaciones afines, bajo el discurso de favorecer la agricultura de la región afectada por la sequía.
Desde el 2013 se iniciaron los procesos de expropiación de los territorios que comprenden el espacio donde se realizaría el embalse, y de las mas de 80 familias que residían en ellos, para les cuales el MOP debía implementar un Plan de Desarrollo Social que les garantizara a estas familias poder relocalizarze y continuar con su estilo de vida, de las cuales la mayoría se dedicaban a la crianza de animales. Dicho plan, según la Resolución de calificación ambiental, debía ser actualizado antes del comienzo de la obra, lo cual se incumplió, segun lo que alegaba Ricardo Frez, abogado de la ONG Defensa Ambiental, representante de las familias afectadas.
Mas de 10 familias no aceptaron el PDS ofrecido por faltas de garantías, y el MOP y Astaldi, que desde el 2016, se hizo cargo de la conseción del proyecto, autorizaron una violenta represión y desalojo con las fuerzas especiales de dichxs vecinxs en Octubre de 2018, dejandolxs en la calle y secuestrando lxs animalites que criaban, impidiendoles el paso a sus terrenos y demoliéndoles sus casas.
Lxs vecinxs que se movilizaron con distintas organizaciones afines y autoconvocadxs, presentaron una demanda ante el 3er Tribunal de Valdivia, en contra de la Sociedad concesionaria Aguas de Punilla (SCAP, Astaldi) y el MOP por los incumplimientos a la resolución de calificación ambiental y por el daño ambiental y psicosocial generado hacia el territorio y su comunidad por dichas partes. Sin embargo, en abril de 2020, el mencionado Tribunal rechaza esta petición, alegando que no habría pruebas para demostrar el daño generado, como así también fue ignorado, por parte de las autoridades, el recurso de reclamación que interpusieron lxs vecinxs de la zona en julio del año anterior, bucando la anulación del proyecto » Líneas de alta tensión Punilla-San Fabián», un tendido de alta tensión que recorrería de manera paralela el Rió Ñuble y la ruta N-31, que sería construido junto con el embalse, lo que significa un daño absoluto para el bosque nativo y las distintas especies que coexisten en el, lo cual tampoco fue contemplado por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región del Bío-bío, que a pesar de las denuncias, en agosto del 2020 aprobó la evaluación ambiental de dicho proyecto.
Luego de que la empresa Astaldi sufriera un quiebre financiero, la advertencia de un error abismal del MOP en el cálculo de la capacidad de almacenamiento del embalse, que sería mucho menor a la acordada, sumado a la demanda por incumplimiento de contrato por parte de la empresa, en 2019 el MOP decide poner fin al contrato con dicha empresa ante la comisión arbitral, quedando a la espera este proceso por la situación sanitaria.
Finalmente, el 9 de octubre de este año, el gobiero confirma el fin de contrato con Astaldi, quien recibiría aproximadamente 18 millones de dólares por el término anticipado de la concesión, y se retirarían del territorio, dejando abandonadxs lxs animales que tenian bajo su responsabilidad, por casi una semana.
Pese a todas las controversias, irregularidades, ilegalidades y daños que ha causado la construcción del embalse, el Minesterio de Obras Públicas confirmó para el próximo mes de Diciembre la relicitación del proyecto.
NO AL EMBALSE PUNILLA.
BASTA DE EXTRACTIVISMO.
AGUAS LIBRES.