“Cuando la sangre de tus venas retorne al mar, y el polvo en tus huesos vuelva al suelo, quizás recuerdes que esta tierra no te pertenece a ti, sino que tú perteneces a esta tierra” Proverbio Cree.
El 1º día de agosto se celebra el día de la Pachamama o Madre Tierra , costumbre ancestral de gratitud a la tierra para los habitantes de los pueblos originarios de América Latina. El término Pachamama está formado por dos palabras de origen quechua y aimara: “Pacha” significa universo, mundo, tiempo, lugar y “mama”, madre. A la Pacha se la considera una deidad andina de la tierra, una figura que representa la energía femenina de amor, protección y fertilidad.
Las comunidades de los pueblos originarios pertenecientes al noroeste Argentino, en Chile, Ecuador, Bolivia y Perú, mantienen esta tradición todos los 1 de agosto, fecha que es el comienzo del mes de termino del invierno, tiempo de preparación de la tierra para comenzar con las siembras el mes de septiembre (inicios de la primavera). Es por esta razón que algunos pueblos mantienen estas ceremonias y preparación cultural/espiritual por todo el mes de agosto, tiempo de agradecimiento por las cosechas pasadas y de pedir permiso a la Pachamama para volver a sembrar.
Cada pueblo y cultura tiene su forma distinta de celebrar/agradecer/conmemorar. Pero hay algo que prevalece en todos los pueblos, y es la rogativa/ceremonia de la salida del sol donde las personas agradecen a la Tierra y el universo por las cosechas, el alimento, por las lluvias, por las semillas nativas, por el agua, por la salud de las personas y la comunidad, por la salud de las y los animales, por las luchas y resistencia que están liderando en sus territorios, etc, reafirmando su espiritualidad, compromiso y conexión con la Madre Tierra o Pachamama.
Para los pueblos de norte, al igual que los pueblos del sur, como el pueblo nación Mapuche, el itrofil mogen (La naturaleza, todos sus seres vivos y espíritus del agua, tierra, bosque, etc) son un ser vivo el cual se le respeta, ama y siente como una Mamá. Esta concepción y sentir, ha creado que por millones de años que las y los habitantes de los pueblos originarios tengan un compromiso profundo con su cuidado y protección, siendo estos mismos pueblos quienes encabezan la resistencia ancestral por la protección de lo que se siente como su «Madre».
En estos tiempos de una profunda invasión capitalista encabezada por la burguesía del planeta, la cual ha generado la más cruel invasión de los bosques, muerte de especies nativas, modificación a las semillas nativas, el robo del agua, ecocidios a los seres que viven en la tierra. Se hace urgente e importante, levantar las instancias de agradecimiento y pedir fuerza a la Pachamama, quien para muchas personas es la que nos protege y nos entrega la fuerza para continuar esta resistencia por y para ella.
¡WEWAIÑ!, VENCEREMOS Y SERÁ HERMOSO!
