«Si este lugar llega a dialogar con el fuego, estamos más que seguro que nuevamente nadie encontrara las llaves y nadie abrirá las puertas para salvarnos»
Los presos del CCP de Puente Alto de la ciudad de Santiago, expresan sus preocupaciones ante la entrada del COVID 19 a la cárcel. Mediante el siguiente comunicado buscan llegar a las organizaciones, autoridades y sociedad en general.
Autoridades del país.
Diputados y Senadores.
Ministerio de justicia.
Jueces y ministros.
Organizaciones de Derechos humanos: Osp y 81Razones.
A nuestras familias y seres queridos.
A la sociedad en general.
Las personas privadas de libertad del CCP Puente Alto, de la Torre 1 piso 3 nos dirigimos a ustedes, muy preocupados debido a todo el revuelo y problemas que ha generado en nuestras vidas la Pandemia del Coronavirus, en el mundo, en Chile y en las cárceles, lugar donde hoy nos encontramos nosotros.
Lugar que hoy sale nuevamente a la luz porque alguien recordó que atrás de estos muros hay humanos, personas y seres vivos los cuales tenemos los mismos derechos y deberes que ustedes, solo que fuimos condenados a las privaciones de nuestra libertad, pero lamentablemente, desde el comienzo de nuestras condenas e incluso imputados nos hemos dado cuenta que estar preso en Chile, no es solo estar privado de libertad sino también de la dignidad.
En la torre donde vivimos el hacinamiento es brutal, no hay acceso para todos a trabajos ni para estudiar, siempre todo es a medias, porque si nos consultaran quien quiere trabajar estudiar o capacitarse casi la totalidad de las personas que estamos acá levantaríamos la mano, pero la realidad no es así, la falta de útiles escolares, de materiales de trabajo, de oportunidades para hacer cosas positivas, el poco incentivo de los profesional a enfocarnos y mostrarnos nuevos caminos, la falta de interés de las autoridades y de la misma gendarmería, que solo se vanaglorian con decir evitamos fugas, reprimimos, evitamos motines y cumplimos con nuestra labor, cuando el trato que se nos da en el diario vivir es denigrante, las torturas y vejámenes a los que estamos expuestos todos los días, el vivir en lugares podridos, oxidados olvidados y sin aire, nos llevan a estar muchas veces en situación traumatizante, esperando muchas veces que ocurran tragedias para que se hable de nosotros.
Casi el 100% de nosotros tiene familia y no nos queremos morir, reconociendo que estamos acá por delinquir y cometer delitos, también debemos reconocer que muchos de nosotros somos inocentes y estamos acá por caprichos de jueces y fiscales que no dudaron en condenarnos por tener antecedentes o simplemente por ser pobres.
Las diferencias de vida y tratos hacia nosotros y nuestras familias en las calles acarrean traumas a veces que jamás se olvidan, la pobreza los sueldos miserables, el poco acceso a la salud y a la educación son problemas que en la cárcel también se ven claramente, el consumo de drogas y sus nefastas consecuencias, problemas personales o sociales que asumimos y de la misma manera pedimos ayuda, pedimos nuevas oportunidades.
El tratamiento que le han dado a la posible propagación de Coronavirus es nefasto, nadie nos ha indicado como cuidarnos menos nos han traído implementos de protección, acá estamos expuestos a que, si el virus llega, muchos perderemos la vida al igual que ustedes que están libres.
No queremos que nos regalen nada, queremos OPORTUNIDADES, de salud, de vida, de trabajo, de estudios y de reinserciòn social, de capacitarnos y de buscar nuevos caminos.
Se invierte en mucho aparataje represivo y no en reinserciòn social, sobra el gas pimienta y las balas de goma, pero faltan salas de clases y profesores, sobran los gendarmes que dan vuelta chocando entre ellos, pero faltan agentes de reinserciòn.
Acá seguimos esperando una luz de esperanzas o ayuda humanitaria, vengan a vernos, atrévanse a conocer la cárcel de Puente alto que es igual a la de San Miguel, que si este lugar llega a dialogar con el fuego, estamos más que seguro que nuevamente nadie encontrara las llaves y nadie abrirá las puertas para salvarnos, porque total, somos presos y no merecemos vivir.
Privados de libertad, pero NO de dignidad.
Miércoles 01 de Abril 2020.
