Por: Claudia Amigo cofundadora de Familia es Familia agrupación de familias lesbomarentales.
El amor de mamá hacia una hija lesbiana es incondicional, es poderoso y es capaz de mover a la sociedad y lograr justicia. Es por este amor y la memoria que todas sostenemos por su hija Susana Sanhueza Aravena, que el día 7 de marzo en este territorio desde el norte al sur de Chile, hacemos el llamado a conmemorar el primer Día Contra el Lesbo-Odio. Cada día recordaremos a una lesbiana que ya no está, para llegar al día 7 de marzo a recordar a Susana, y a todas las lesbianas que han sido víctimas del lesbo-odio.
Nadie puede imaginar el dolor que pueda llegar a sentir una mamá, que a pesar de haber luchado toda una vida por su hija lesbiana, la pierde en manos de un lesbicida que dijo haber sido un amigo, un compañero animalista, en el cual su hija confiaba lo suficiente para encontrarse con él, de irse a un espacio privado, para supuestamente conversar, pero que termina en uno de los crímenes de lesbo-odio más escalofriantes e inhumanos en la historia lésbica de Chile. Susana Sanhueza Aravena entró a ese archivero municipal de San Felipe a hablar con Cristián Muñoz Muñoz, para nunca salir de ese lugar con vida, sino que, tuvieron que pasar 7 días de haber estado muerta y escondida en bolsas plásticas, que él usó para asfixiarla en esa oficina, para ser descubierta por un trabajador municipal. Susana salió de su casa como cualquier otro día a realizar trámites, Cristián Muñoz Muñoz salió ese día a matarla. Hoy 3 años después de este lesbicidio, vemos como el sistema judicial busca defender a Muñoz, obedeciendo a este modelo, busca beneficiar a su lesbicida, en vez de hacer justicia con respecto al valor de la vida de Susana.
Esta protección a Muñoz se evidenció cuando lo trasladaron al hospital psiquiátrico en vez de mantenerlo privado de su libertad en la cárcel, utilizando la estrategia de declararlo una persona asperger, luego TEA, presionando desde su defensa que Muñoz pudiese ser inimputable, cuando en realidad es un hijo sano más de este heterocispatriarcado, que no respetó la vida de la Susana.
Imagínense tener que lidiar con el lesbicidio de tu hija, a quien amas y adoras, y para hacer este dolor enorme aún más insostenible, tener que verte enfrentada a un sistema judicial que poco o nada valora su vida. Con esto tiene que lidiar Nieves, mamá de Susana, o Sasha, como se hizo llamar en honor a una perrita que cuidó mucho, pero que tristemente falleció. Nieves tiene que saber levantarse por las mañanas con este dolor, sale a las calles y ha tenido que responderle a gente que sin escrúpulos le grita, “¡a tu hija la mataron por ser maricona!” Nieves vive en vida el lesbo-odio de la gente que no empatiza en lo más mínimo con su lucha por justicia, que no respeta su dolor. Su Sasha salió de la casa ese 28 de febrero del 2017, a buscar sus lentes ópticos, como cualquier día, pero jamás volvió, y hasta el día de hoy Nieves, le sirve una taza de té en su puesto de la mesa, siente su presencia, Sasha no ha dejado de estar en el corazón, mente y alma de cada persona que ella tocó en vida, y es una parte fundamental de toda su familia, que ahora sigue luchando para lograr justicia.
La familia de Susana Sanhueza viajó a Santiago a la proyección del documental “Camionas” de las realizadoras Daniela Contador y Carolina Millalen en la sede de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, donde además asistieron María Bahamondes, prima de Nicole Saavedra Bahamondes, Karen y una compañera más de Justicia para Nicole. Fue un evento muy emotivo, conmovedor enel espacio lésbico y disidente se generó un ambiente de confianza, con una conversación enriquecedora de memoria por las compañeras Susana, Nicole, María Pía Castro y las que ya no están, pero que están presentes en nuestra memoria. Luego de haberse proyectado el documental, el papá de Susana y su mamá compartieron unas palabras de amor y agradecimiento
por el gran trabajo de las realizadoras del documental. Luego de terminar el conversatorio, las familias junto a las compañeras de distintas agrupaciones y asambleas, como la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, la Agrupación Lésbica Visibles, Lesbofem, la Red Lesbofeminista, Asamblea Lesbofeminista, Familia es Familia y lesbianas y disidencias autónomas caminaron a la plaza más cercana a realizar una velatón convocada por Lesbofem en su memoria. En ese espacio al aire libre la mamá de Susana compartió su sentir nuevamente.
En aquel momento, Nieves habla con tanto amor al recordarla, cuenta como Sasha fue muy querida, adorada por su familia y cercanos, que la amaban tal como era, que el día que le dijo Sasha que a ella no le gustaban los hombres, riéndose le dijo que siempre fue rara, que siempre lo supo, brindándole ese apoyo que nace del amor de una mamá que pone por delante la felicidad de su hija. Nieves al hablar de Sasha, se le llena su cara de amor, orgullo por su hija, ya que luchaba por los derechos de los animales, y fue el tipo de mujer que lo daba todo para quienes necesitaban ayuda. Riéndose, cuenta como incluso vendía su propia ropa para ir en ayuda a las amigas que les faltaba que comer.
Hoy en día, Nieves, su marido y su hijo Rubén conversan con la comunidad, educan a los demás sobre el amor incondicional y respeto hacia las lesbianas. Nieves dice que protegerá a todas las lesbianas del mundo, hace el llamado en medio de una plaza, a vecines que ni siquiera conoce, a amar a sus hijas lesbianas, a respetarlas, apoyarlas y no repudiarlas por ser lesbianas, “quienes tenemos hijas lesbianas tenemos que apoyarlas, cuidarlas y acompañarlas en las buenas y en las malas, no repudiarlas y sacarlas adelante, y decirle a todo el mundo con la cabeza bien alta ¡que mi hija es lesbiana y es igual a todas las mujeres del mundo!”
Sus palabras no dejan a nadie indiferente, son palabras con un peso poderoso, que provienen de un dolor que ninguna madre podría entender, sino antes haber vivido el tormentoso dolor de perder a una hija por un lesbicidio.
El llamado entonces es a que todas y todes nos unamos en la lucha de Nieves, de su papá Rubén, su hermano Rubén y su hermana. El 23 de marzo a las 8:30 se realizará el juicio oral en el tribunal de San Felipe, la invitación es de apoyarlos.
¡Ningún juez puede priorizar los beneficios de un imputado confeso que actuó con un nivel inhumanamente cruel en contra de una mujer lesbiana, como lo hizo Muñoz!
¡Cristián Muñoz Muñoz es otro hijo sano más del heterocispatriarcado y es imputable!