Hoy 27 de enero, luego de 3 semanas y un poco más de Juicio oral por el asesinato de Emilia H. Obrecht finalmente se dictó la sentencia hacia solo uno de los siete imputados.
Este día la segunda sala del tribunal oral en lo penal de Valdivia dio lectura de la resolución en contra de Francisco Javier Jara Jarpa, el cual fue sentenciado a 12 años como autor ejecutor de homicidio simple y le otorgaron a demás otros 4 años de presidio menor por porte y utilización ilegal de armas, en total se le sentenció a 16 años de cárcel. Los otros 6 imputados fueron totalmente absueltos de todos los cargos de complicidad y porte ilegal de armas a pesar de que a los siete se les encontró arrancando luego del crimen.
Sumado a esto, los supuestos autores intelectuales y quienes conforman la administración del condominio “Riñimapu” en Panguipulli, quedaron claramente develados tras las declaración de los testigos sobre la contratación y puesta en escena de los sicarios. Aun así, estos quedaron completamente impunes, ya que el propio fiscal desestimo las declaraciones de Manuel García y Fernando Puga Mate, por lo que ninguno de ellos testificó sobre su participación en los hechos.
Desde hoy, hay un máximo de 10 días en que la defensa de los imputados como la parte querellante podran presentar sus apelaciones respecto a la sentencia dictada por el tribunal oral de Valdivia.
Una vez más, la in justicia $hilena, deja en evidencia la impunidad, no solo durante el juicio oral, sino que también desde el inicio de las gestiones del primer fiscal Marcelo Leal Contreras y la policía de investigaciones, quienes no resguardaron el sitio del suceso, ya que no allanaron el condominio en busca de pruebas, iniciando las pericias 48 horas después de los hechos, cuando las primeras horas son cruciales.
Finalmente queda en evidencia el funcionamiento de carabineros de $hile en favor de los ricos y sus privilegios, ya que desde el día uno luego de los hechos, siendo Francisco Javier Jara Jarpa trabajador del condominio, se instalo una caceta de carabineros en resguardo de la seguridad de los ricos y cómplices de este crimen.
Tras todo este proceso judicial, queda expuesto el funcionamiento de los ricos y sus estrategias de sicariato para asesinar a quienes defienden la tierra, la complicidad del sistema judicial, fiscales y abogadas que fomentan y perpetúan las lógicas extractivitas, patriarcales y transodiantes.
