Por: La Zarzamora
Barry Horne, combatiente incesante por la liberación animal y partícipe de numerosas acciones antiespecistas, fallece el lunes 5 de noviembre del 2001 en «Reino Unido», por una falla renal, luego de una huelga de hambre que había iniciado en octubre de aquel año, exigiendo el fin de la terrible práctica de la vivisección.
Horne comenzó a participar de acciones antiespecistas a los 35 años. Era barrendero y no tenía una formación académica, pero sí una formación política muy fuerte basada en la lucha antifascista. Fue gran amigo de Jill Phipps, activista por la liberación animal que muere asesinada por un camión que trasladaba terneros para la explotación el 1 de febrero de 1995 en Baginton, Reino Unido.
Barry quien era miembro activo del Frente de Liberación Animal ALF, a momento de su muerte estaba preso y sentenciado a 18 años de cárcel, la sentencia más larga que se le ha dictado a un activista de la liberación animal, acusado de incendio premeditado.
Anteriormente ya había sido encarcelado en 1988 por intentar robar un delfín llamado Rocky de Marineland, en Morecambe, al noroeste de Inglaterra, el cual llevaba 20 años en cautiverio y la mayor parte del tiempo solo en una pequeña piscina. Lamentablemente, Horne junto a Jim O’Donnell, Mel Broughton y Jim Buckner fueron interceptados por la policía y posteriormente condenados por «conspiración para robar un animal». Recibieron una sentencia condicional de seis meses, más una multa.
Luego de esta acción la empresa accedió a vender el delfín, suma de dinero que fue recaudada por varias organizaciones logrando en 1991, que Rocky fuera trasladado a una reserva en las Islas Turcas y después liberado. Días mas tarde se le vio nadando con una manada de delfines salvajes.
El 17 de marzo de 1990 participó de la liberación de 82 cachorros Beagles y 26 conejos utilizados para la experimentación, desde las dependencias de Harlan Interfauna, una empresa británica en Cambridge dedicada a suministrar órganos y animales de laboratorio, a la cual lograron entrarar através de agujeros que perforaron en el techo. También eliminaron documentos de la empresa.
En 1991 fue condenado a tres años por posesión de artefactos incendiarios. Y mientras estaba en la cárcel en 1993 escribe el boletín Support Animal Rights Prisoners en el cual recalcaba «Los animales continúan muriendo y la tortura continúa en una medida cada vez mayor. ¿La respuesta de la gente a esto? Más hamburguesas vegetarianas, más cerveza especial y más apatía».
Salió de la cárcel en 1994 y en los años siguiente se realizaron variadas acciones de carácter incendiario y explosivo en tiendas como Boots y Halfords que vendían artículos de cuero y tiendas administradas por organizaciones de investigación del cáncer. Tras vigilarlo en 1996 la repudiable policía allana su hogar y lo detiene. Posteriormente el 5 de diciembre de 1997, es sentenciado a 18 años de cárcel.
En su cautiverio el activista participó de cuatro huelgas de hambre, para exigir al gobierno de Tony Blair una discusión pública sobre las prácticas de prueba en animales y en específico el fin de la terrible práctica de la vivisección.
«Los políticos prometen, pero ¿por qué los apoyamos cuando no cumplen con lo que dicen? ¿Por qué la gente ríe cuando los políticos mienten? Deberíamos estar enfadados».
Barry Horne
A los 49 años, iniciaba su cuarta y última huelga de hambre, pero lamentablemente su cuerpo que ya había resistido 3 huelgas anteriores, no resistió muchos días, muriendo finalmente en el Hospital Ronkswood de Worcester.
«Hablar es fácil. Sólo cuentan las acciones. Esto no es por mí, es por cada animal que hay en cada laboratorio de tortura. Estamos marcando un hito, un momento en la Historia que será recordado… No lo duden, veremos el final de esta maldad».
Barry Horne
A dos días del encarcelamiento de lxs compañerxs antiespecistas que habrían atacado el centro de muerte Susaron, en la comuna de Quilicura, Santiago de $hile, hacemos memoria para la acción.
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